IBIZA | CRISTINA MARÍ Los padres del colegio Sa Real han convocado mañana la celebración de una sentada general con el fin de protestar por la decisión del Obispado de ubicar provisionalmente el comedor social de Cáritas en un módulo prefabricado anexo al colegio. La protesta tendrá lugar a partir de las 19.00 horas en el Bulevar Abel Matutes, frente al colegio de sa Real y el lema de la convocatoria es: "no queremos comedor en Sa Real".
La convocatoria no ha sido organizada por la Asociación de Padres y Alumnos (APA) del colegio ya que, según ha explicado su presidente, Javier Verger, este tipo de acciones no corresponden a sus funciones, de manera que todo miembro de la junta que participe lo hará a título personal.
El conflicto comenzó cuando, días atrás, el Obispado anunció la apertura y ubicación del Centro Mambré, Comedor Social Insular, en los terrenos pertenecientes a la Diócesis de Ibiza y adyacentes a los Colegios Diocesanos de Santo Domingo Savio y Juan XXIII, conocidos como Sa Real.
Según ha explicado Verger, ante la alarma generada entre los padres por este anuncio, el presidente y la secretaria de la APA mantuvieron una entrevista con el Obispado, en la cual transmitieron el creciente malestar de los padres y la preocupación que despierta el que los usuarios del comedor transiten por el colegio.
El presidente de la APA ha señalado que los padres toman como referencia la situación de las actuales instalaciones de Cáritas Diocesana y del Albergue Municipal de Vila dedicadas a este fin. Verger ha aclarado que no consideran "malos" a todos los usuarios del comedor social, pero ha puntualizado que "los pocos que haya malos, son muy problemáticos".
El representante de los padres ha manifestado que la APA, dada la falta de tiempo y recursos, ha hecho cuanto está a su alcance recogiendo el gran malestar de los padres y comunicándolo al director.
Sólo cenas
El nuevo comedor social de Cáritas, que se ubicará en un pabellón prefabricado en un solar del obispado adyacente al colegio concertado de Sa Real, sólo repartirá cenas, por lo que su horario de apertura no coincidirá con el horario escolar, según explicó ayer en rueda de prensa el delegado diocesano de Cáritas, Miguel Ángel Sánchez. El delegado aclaró que la entrada al comedor «estará separada convenientemente y con los medios adecuados, tanto de los locales como de los patios del colegio».
La nueva ubicación del comedor social, que tendrá una capacidad para 80 comensales, fue acordada con pleno consenso en la Mesa de Exclusión Social, en la que participan el Consell de Ibiza y todos los alcaldes de la isla además de Cáritas. Sánchez especificó que no existía otra alternativa y que «ésta era una solución óptima para el problema», y añadió respecto a la reacción negativa de algunos padres y madres de alumnos que «se han dejado llevar por la primera impresión sin saber bien de lo que se trata». Sánchez dejó en el aire que esta falta de información y comunicación con los padres haya sido un fallo del obispado. «Son edificios perfectamente compatibles», sentenció este portavoz.
El espacio físico fue ofrecido por la Diócesis de Ibiza a Cáritas dado que en la Mesa de Exclusión no se encontró ninguna alternativa óptima. El terreno en el que se ubicará el comedor es adyacente a Sa Real pero independiente de la escuela y su uso ha sido cedido a Cáritas de forma estrictamente provisional, es decir, al menos por dos o tres años, hasta que entre en funcionamiento el futuro Centro de Atención Integral de Ibiza, que incorporará varios servicios sociales.
El comedor, llamado Centro Mambré, tendrá una puerta de entrada y salida que dará directamente a la calle y se dotará de un vigilante de seguridad durante todo el tiempo de funcionamiento.
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