miércoles, 9 de septiembre de 2009

Roban en el domicilio de un fiscal y una jueza y se llevan el coche que tenían en la calle


El ladrón, que actuó durante la madrugada del fin de semana, entró en la vivienda mientras los moradores dormían
Aparte del automóvil, los propietarios sólo echaron en falta algunos productos de alimentación del frigorífico

Fue un robo silencioso. El ladrón se coló en la vivienda y se dirigió directamente a la cocina. Allí estaban los dos botines que obtuvo en el golpe: las llaves de un coche que estaba aparcado en la puerta y varios alimentos del frigorífico, según ha podido saber SUR.
El suceso ocurrió durante la madrugada del sábado al domingo en una urbanización de la zona este de la ciudad. El delincuente -o delincuentes, ya que se desconoce si actuaron uno o varios- entró en la casa mientras los moradores dormían.
Las víctimas, un matrimonio formado por un fiscal y una jueza que trabajan en la capital, no se percataron del robo hasta la mañana siguiente, cuando echaron en falta el coche, un monovolumen de la marca Ford que estaba aparcado en la calle.
La casa quedó prácticamente intacta tras el allanamiento. El interior no estaba revuelto y no había nada forzado. Ni la puerta ni las ventanas. Todo parece indicar que el ladrón accedió a la casa mediante el escalo y se coló dentro.
Aparcado en la puerta
El caco se dirigió a la entrada y hurgó en el bolso de la víctima, del que sólo cogió las llaves del automóvil, según fuentes cercanas al caso. Luego salió de la vivienda, posiblemente por la puerta principal, y se esfumó conduciendo el vehículo, que estaba aparcado en el exterior.
El ladrón también visitó el frigorífico de la familia, ya que, al parecer, los moradores echaron en falta varios productos que había en la nevera. Cuando descubrieron el robo, a la mañana siguiente, las víctimas avisaron al servicio de seguridad privada de la urbanización y a la policía, que investiga el caso.
El robo ha despertado cierta inquietud entre los vecinos de la barriada. La zona este también fue escenario hace un par de meses de otro asalto a vivienda, aunque con un modus operandi tan distinto del anterior como peculiar. En aquella ocasión, la propietaria de la casa encontró dentro a a su asistenta maniatada, amordazada y con un golpe en la nuca. Cuando le preguntó quién le había hecho eso, dijo que habían sido unos ladrones, que se llevaron numerosas joyas y efectos de valor.
Las pesquisas policiales determinaron que la empleada del hogar no era precisamente una víctima. Los investigadores descubrieron que la mujer supuestamente ayudó a una banda de ladrones a entrar en la casa y les reveló dónde estaba el botín.
Los agentes detuvieron a la asistenta y a tres hombres, entre ellos un menor de edad, por su presunta implicación en el robo. La autoridad judicial decretó el ingreso en prisión, entre otros, de la mujer.
Por esas mismas fechas, concretamente el 16 de julio, se produjo un asalto a un chalé del distrito este de la capital en el que una pareja de atracadores maniató al hijo y a la asistenta de un empresario.
Tras reducir a las víctimas, los ladrones registraron la vivienda e incluso se entretuvieron en separar las joyas de las piezas de bisutería. Para huir, los delincuentes utilizaron el coche del hijo del dueño. Igual que ocurrió el pasado fin de semana en la casa del fiscal.

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