Ahora en verano la situación no es tan extrema pero cuando llega el invierno sí
Consideran importante ampliar el grupo de vigilancia
Desde que la FAV (Federación Andaluza de Vela) denunciara el acto vandálico cometido contra su flota de furgonetas, el miedo se ha instalado entre los comerciantes y los residentes de Puerto Sherry, porque si hasta el momento no habían tenido que lamentar problemas de inseguridad, ahora consideran que es cierto que la falta de vigilancia y seguridad es una materia pendiente en este complejo.
El hecho de que Puerto Sherry esté tan alejado de la ciudad ya es síntoma de que hay que reforzar la seguridad, puesto que hay mayor impunidad para el que quiera cometer actos de robo o vandalismo, como ocurrió el fin de semana pasado. Y aunque hay un guarda de seguridad en el puesto de vigilancia existente en la entrada principal de dicho complejo, parece que no es suficiente, puesto que su cargo no le permite estar presente en todos los lugares, sobre todo los más alejados a la zona de viviendas o los pantalanes, como pueda ser la playa asfáltica y sus alrededores.
Por el momento, y a lo largo del verano, la situación es más llevadera, tanto para visitantes que se instalan en la zona, como para los residentes y hosteleros y comerciantes, puesto que es cierto que las altas temperaturas invitan a los ciudadanos a pasear, tomar una tapa, un refresco en los distintos establecimientos, etc, lo que hace que Puerto Sherry tenga suficiente vida como para amedrentar a aquellos que pretendan cometer fechorías, pero ahora el verano acaba y comienza el frío y las lluvias, la vida de Puerto Sherry merma mucho, “y aquí nos sentimos totalmente solos y desamparados, es cierto que no contamos con seguridad suficiente y claro que sentimos miedo lo que pasa que, con los años, nos hemos acostumbrado a que no pase apenas nada, y aguantamos pero sí es cierto que con noticias como la denuncia de la federación se te queda el miedo en el cuerpo”, advierte una residente de la zona. Con todo, reconocen que este suceso es un caso aislado, pero siempre queda la duda de si podrán sucederse hechos de este tipo.
Ahora sólo cabe reclamar, como ya lo hiciera la Federación Andaluza de Vela, mayor seguridad, que se consigue, según entienden los residentes y comerciantes, con cámaras de seguridad por aquellas zonas que son más innacesibles, pero que a todas luces son los mejores lugares para los que quieren cometer sus fechorías, y mayor personal destinado a controlar esta zona, que consideran que es bastante amplia, hecho que justifica que haya un nutrido grupo de vigilantes. Pero como no podía ser de otra manera, consideran que la Policía Local, a pesar de ser un complejo deportivo privado, que tiene que contar con sus propios servicios, podría hacer rondas por los alrededores, lo que ayudaría a que la situación se calmara, puesto que los ánimos, por el momento, están caldeados debido a la preocupación reinante entre los que hacen su vida en Puerto Sherry.
Además, los dueños de las embarcaciones que descansan en los pantalanes también se plantean si es el lugar más seguro para sus barcos y las pertenencias que pueda haber en ellos, teniendo en cuenta que son inversiones costosas.
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