viernes, 11 de septiembre de 2009

La seguridad se salva de la crisis pero debe asumir cambios (V): “El mercado de la biometría está madurando y la desconfianza inicial hacia esta tecno


Artículos anteriores:

La seguridad se salva de la crisis pero debe asumir cambios (IV): “Muchas empresas no están concienciadas de cuáles son sus riesgos y no tienen ni siquiera miedo” (02/09/2009)

La seguridad se salva de la crisis pero debe asumir cambios (III): “El mercado debe aprender que la seguridad está intrínsecamente unida con la productividad, y ésta con la obtención de beneficios” (19/08/2009)

La seguridad se salva de la crisis pero debe asumir cambios (II): “Cualquier plan de seguridad debe implicar primero a la dirección de la compañía" (12/08/2009)

La seguridad se salva de la crisis pero debe asumir cambios (I): “Perder el control sobre la información que manejan los empleados puede tener consecuencias” (05/08/2009)

Continuación...


Cada día, las empresas se enfrentan al temor de una nueva brecha de seguridad en sus sistemas, al ataque de un nuevo virus o a la suplantación de su página web por otra destinada a robar el dinero a sus clientes, sin contar con la presión de la situación económica actual que les obliga, si no a reducir, sí a examinar con lupa dónde invierten el dinero para proteger sus infraestructuras. Es por ello, que el mercado de seguridad, principalmente el relacionado con las TI, tiene el futuro asegurado a pesar de la crisis. Varios estudios revelan positivos, o muy positivos, índices de crecimiento para los años venideros.

Con todo, y pese a los buenos augurios, el mercado está notando los cambios y mientras los fabricantes deben afrontar nuevos retos como proveedores de soluciones, los clientes tienen que hacerlo ante las nuevas amenazas y nuevos planteamientos tecnológicos. Con motivo del lanzamiento de CSO España, hemos reunido las opiniones de algunos de los principales actores del mercado de tecnologías de seguridad sobre el estado de la seguridad en España.

Entrevista Jesús Cabañas

Fujitsu es una empresas veteranas en el campo de la seguridad biométrica. En los últimos tiempos, la compañía ha observado un progresivo cambio de mentalidad con respecto al uso de estas tecnologías para el control de accesos; de hecho, prevé un futuro próspero a corto plazo.

¿Cuáles son los principales retos del mercado de seguridad, desde el punto de vista de proveedor?
El principal reto es la aceptación, por parte de los usuarios, de la biometría como algo que pueda utilizarse y encontrarse en el día a día y sobre todo que permita hacer la vida más sencilla y cómoda a los usuarios. Debe producirse (y está ocurriendo) un progresivo cambio de mentalidad, de forma que pase de verse como algo que ralentiza una actividad (accesos, identificaciones, etc.), a un elemento que garantiza la seguridad.

¿Cuál es la situación del mercado de biometría en España?
El mercado de la biometría está madurando y la desconfianza inicial hacia esta tecnología se va superando rápidamente. De todas las tecnologías biométricas, la huella es la más extendida y accesible en términos de coste; sin embargo, el alto número de falsos rechazos unido a la facilidad para ser copiada hacen que se desestime por temas de seguridad en muchas empresas y por falta de operatividad en otras. Afortunadamente nuevas tecnologías, como las basadas en la lectura de las venas de la palma de la mano, están consiguiendo que la seguridad biométrica se consolide.

¿En qué áreas están más presentes estas tecnologías en general, y su empresa, en particular?
La biometría tiene dos áreas de aplicación muy definidas: seguridad lógica y seguridad física. El más extendido sin duda es el de la seguridad física: control de accesos, acceso a centros de proceso de datos, control de asistencia. En el campo de la seguridad lógica, la facilidad para implementarse en dispositivos como PCs y periféricos no ha venido acompañada de una gran demanda de la misma y su uso no está ampliamente generalizado.

¿Hacia dónde apuntan los futuros desarrollos en esta área?
La línea está muy marcada y en un periodo de 2 ó 3 años prevemos que se empiece a generalizar el uso de la biometría extendiéndose a áreas que nos permitan ganar en seguridad y operatividad haciéndonos la vida más fácil. Creemos que el principal acelerador será el comienzo de su utilización en dispositivos como cajeros y su uso en la administración pública.

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