El Gobierno intentó frenar ayer lacríticas de los armadores, cuyos barcos faenan en aguas de Somalia, que recriminan al Gobierno la falta de seguridad y la inutilidad del dispositivo militar para la lucha contra la piratería. Y lo hizo a través del secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, quien, en una visita a Vitoria, anunció que el Ministerio de Interior ha autorizado a los armadores para que lleven seguridad privada en sus barcos, según informa Ep.
Pero esta medida, anunciada un día antes de que la ministra de Defensa, Carme Chacón, tenga que comparecer hoy en el Congreso, ha sido rechazada por el sector pesquero. Quien más contundente ha sido en su rechazo ha sido el responsable de la Compañía Europea de Túnidos, Moisés Pérez, quien aseguró: «Pago mis impuestos para que me defienda mi Gobierno».
Y es que el sector lo único que quiere es que el Gobierno español, como hace Francia, autorice el envío de infantes de Marina a bordo de sus barcos, ya que entienden que es la única medida eficaz para la lucha contra la piratería, como así lo aseguraron a ABC fuentes del sector.
Tal es el malestar de los armadores, que las dos principales organizaciones pesqueras que faenan en el Índico (Anavac y Opagac) han enviado un escrito al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el que le piden las mismas condiciones de seguridad de las que se beneficia el resto de la flota comunitaria. Los armadores denuncian que se sienten un «blanco débil» y que esta situación les está provocando mucha inquietud. Finalmente, piden al Gobierno que se coordine con el resto de los Ejecutivos de los países comunitarios.
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