viernes, 4 de septiembre de 2009

Una banda asalta un chalé en La Canyada tras atar y agredir a sus propietarios


Los atracadores esperaron en el jardín a un empresario y su mujer para reducirlos a golpes y luego se apoderaron de joyas y dinero
«Yo salía para ir a trabajar y se me abalanzaron encima. Luego lo que recuerdo es que estaba atado a una silla.» Así relata un joven empresario de Paterna el atraco que sufrió el pasado martes en su chalé.
Una banda formada por cuatro delincuentes lo esperaba en el jardín de su casa en la urbanización de La Canyada. Nada más abrir la puerta le golpearon con la culata de una pistola en la cabeza. El impacto le dejó inconsciente. Su mujer intentó escapar, pero también fue golpeada y maniatada.
En esos momentos, los ladrones ya habían conseguido su objetivo: reducir a los propietarios para tranquilamente proceder a desvalijar el chalé. Eran cerca de las nueve de la mañana, y nadie sospecharía de ellos.
«Cuando recuperé la conciencia, los asaltantes estaban encapuchados. No puse ninguna resistencia. Colaboré con ellos desde el primer momento. Son gente peligrosa», indica el afectado, que prefiere preservar el anonimato.
«Imagínate la situación. Mi mujer y yo atados, y mi hija pequeña dentro de la casa. Con la niña se portaron bien. No quería que pasara nada y accedí a sus peticiones. El dinero no es lo más importante», asevera la víctima con el rostro cariacontecido.
En apenas una hora, los atracadores robaron el dinero y las joyas que los dueños tenían en el interior del chalé. «Todo había pasado, y podía haber sido peor», afirma el agredido.
Los cuatro delincuentes sólo habían usado la fuerza para reducirlos. No causaron ningún destrozo en la casa, y con la niña tuvieron consideración. El susto había pasado. El hombre sufrió un fuerte impacto en la cabeza, por lo que le pusieran tres grapas. Su mujer tenía magulladuras por algunas partes del cuerpo fruto de la agresión.
Días después del suceso, el matrimonio pretende recuperar la normalidad y olvidarse cuanto antes de lo ocurrido. Una situación violenta que pudo acabar en tragedia.
«Quiero pensar que esto me sucedió porque le tenía que pasar a alguien. No creo que fueran a por mí. En todo caso, se han equivocado de persona porque yo no tengo enemigos y tampoco soy rico», asegura el empresario.
Denuncia vecinal
Esta zona se encuentra próxima a un supermercado. El lugar no dispone de seguridad privada. «Reclamamos más vigilancia por parte de las instituciones», dice la propietaria de un chalé cercano al enclave dónde tuvo lugar el atraco.
La vecina señala que en las últimas fechas se están produciendo una nueva oleada de asaltos en chalés. «Hay que hacer algo con esta gente. Son peligrosos, y más que lo que tengamos de valor está en juego nuestra integridad física», añade la mujer.

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