lunes, 7 de febrero de 2011

El hurto de combustible en las gasolineras repunta debido a la crisis

La crisis económica ha afectado directamente a las estaciones de servicio aragonesas. La drástica reducción del tráfico rodado a partir del 2009 ha acarreado un descenso del 30% en la venta de combustible, aunque últimamente el consumo empieza a recuperarse lentamente a medida que la economía española sale de lo más hondo de la recesión.

Además, la crisis ha provocado un ligero incremento de un pequeño delito que las gasolineras siempre han padecido en mayor o menor medida: el hurto de combustible. Algunos automovilistas se aprovechan de que la mayoría de las estaciones son de autoservicio para llenar el depósito de sus vehículos y, en un momento de descuido de los encargados de la instalación, huir a toda prisa sin abonar el importe de la gasolina o el gasoil.

"Se trata de un problema intrínseco a la actividad que desarrollan los distribuidores de combustible", señala Luis Serrano, gerente de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio de Zaragoza y Teruel. "Se vienen dando casos desde hace tiempo, pero lo cierto es que estos dos últimos años ha subido la incidencia de los hurtos".

HASTA 70 EUROS En la actualidad, las estaciones de servicio cuentan con avanzados sistemas de vigilancia que permiten identificar a los conductores y los vehículos implicados en los robos al descuido. De ahí que muchos casos se resuelvan ante el juez, como faltas de hurto, lo que aminora las pérdidas.

"Los importes impagados son de poca monta, de 70 euros como máximo", explica Luis Serrano, que insiste en que últimamente preocupa a las estaciones de servicio la competencia, "en algunos casos desleal", que sufren por parte de las cooperativas.

Los conductores que no pagan el combustible suelen elegir las estaciones de servicio situadas en las carreteras, lejos ya de la ciudad, pues las vías de salida suelen estar despejadas. Pero poco a poco se les está cerrando el grifo. "Hay conductores que a cualquier hora, de día o de noche, entran a pedir que les abras el surtidor", indica la cajera de la gasolinera Valcarce, en la autovía de Logroño. "Y luego ves que se sirven el combustible y salen a toda prisa sin pagar el importe", añade.

Pero este rudimentario método delictivo está de capa caída debido a la extensión del prepago y a la reaparición de los vigilantes nocturnos. "Cuando se abona de antemano el combustible servido, no hay manera posible de escaparse sin pagar, los ladrones están pillados", manifiesta la cajera, que subraya que los "caraduras son siempre conductores de coches, nunca camioneros".

DÍAS DE JALEO "Con el sistema de prepago no hay manera de irse sin abonar el combustible", confirma un gasolinero de la estación de servicio Bonavía, en Pedrola, al borde de la N-232. Con todo, durante el día, siempre hay algún conductor que logra marcharse sin pasar por caja. "Ocurre pocas veces, pero, los días de mucho jaleo, siempre hay alguien que se escabulle sin pagar", apunta el mismo empleado.

Los aficionados a viajar gratis en su automóvil suelen ser reincidentes. Se les juzga por la comisión de una falta de hurto, si son detenidos, pero pronto vuelven a merodear por las gasolineras.

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