Sheila es menor de edad, está tutelada por la comunidad de Madrid desde hace cuatro años, y nunca ha recibido un curso de educación sexual. Entró con catorce años en un centro de protección de menores madrileño, al poco tiempo conoció al vigilante del recinto, inició una relación con él y meses después quedó embarazada. Es habitual, explica el educador Santiago Agustín, que los chavales que se sienten vulnerables tomen a un adulto como persona de referencia y hagan cualquier cosa para obtener su protección: "son chicos muy vulnerables por eso hay que enseñarles a cuidarse para que puedan decidir qué hacer con su cuerpo y para que no se vean abocados a relaciones extrañas. El problema es que en la comunidad de Madrid no cuida de la educación sexual de los chicos".
La Consejería de Asuntos Sociales y Familia reconoce el caso de Sheila y asegura que se tomaron medidas, pidiendo a la empresa de seguridad para la que trabajaba el vigilante, que le cambiara de ubicación, eso sí una vez que la menor estaba embarazada. El trabajador de 33 años, casado y con tres hijos, no se ha hecho cargo de la menor, ni de su hijo tutelado, en estos momentos por la comunidad de Madrid. En estos momentos el caso está denunciado en la oficina del Defensor del Pueblo.
Casos como el de Sheila se evitan en Asturias a base de cursos, talleres y formación continua en sexualidad, emociones y afectos: "un programa de sexualidad integral como el que ofrecemos en Asturias contribuye a que haya menos embarazos no deseados. En ese sentido los resultados en Asturias refuerzan la importancia de trabajar en educación sexual sin tabúes", explica la sexóloga Mercedes García. El año pasado no hubo un solo embarazo en los centros de menores del Principado, un record que les pone en los primeros puestos a nivel nacional en políticas activas de educación sexual para los menores tutelados. Sobresaliente.
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