miércoles, 23 de febrero de 2011

El proceso de reforma de la Negociación Colectiva ha entrado en una fase determinante

El Consejo Confederal de UGT analiza la marcha de la reforma de la Negociación Colectiva



“La reforma de la Negociación Colectiva tiene que fortalecer las relaciones colectivas de trabajo frente a las pretensiones de individualización, los convenios colectivos deben ser más útiles para los trabajadores y para las empresas y hay que resolver que haya más cobertura de la Negociación Colectiva y que se amplíen los derechos colectivos de los trabajadores y el respeto a los derechos individuales”.
El Secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, ha realizado estas declaraciones antes del inicio del Consejo Confederal del sindicato donde ha manifestado que el proceso de reforma de la Negociación Colectiva “ha entrado en una fase determinante” y ha señalado que “dentro de la primera quincena del mes de marzo se debería de producir el acuerdo que está en mejores condiciones hoy de las que estaba antes del Acuerdo Social y Económico”.
“Estamos planteándonos la reforma de un sistema que tiene 30 años de vigencia” ha subrayado, “no es algo que pueda plantearse desde una perspectiva cortoplacista. Estamos hablando de una reforma que tiene vocación estructural, no coyuntural”.
Ferrer ha explicado que en este momento se están abordando aspectos relacionados con:

  • Análisis de la estructura de la Negociación Colectiva. Se está apostando porque la estructura la determinen los sectores a nivel estatal y, en su defecto, a nivel de Comunidad Autónoma. Determinar la estructura supone fijar la reglas de articulación de los distintos convenios colectivos a los niveles que consideren los sectores y la distribución de materias en esos niveles, resaltando también que se debe de potenciar el ámbito de empresa.


  • Reformar la negociación para que se adecue a las distintas realidades, lo que denominaríamos la gestión preventiva de los cambios. Conseguir que la Negociación Colectiva sea un correcto instrumento para determinar las condiciones de trabajo de manera colectiva, las políticas de empleo y la capacidad de adaptación de las empresas para mejorar la productividad.


  • Potenciar la flexibilidad interna de las empresas frente al actual abuso de flexibilidad externa, es decir, la capacidad de adaptar las condiciones de trabajo a las distintas circunstancias (de producción, de mercado). Para su eficacia, el acuerdo de criterios básicos resalta que es necesario aumentar la participación de la representación de los trabajadores, una clara indicación de que la mayor flexibilidad no tiene por qué suponer más poder de dirección empresarial.


  • Dinamizar la Negociación Colectiva. Es decir, que los convenios colectivos puedan ser actualizados de manera permanente y no se genereninguna situación de desprotección, falta de cobertura o recorte de derechos.

  • Además, Ferrer ha subrayado la necesidad de reforzar los mecanismos e instancias institucionales, como el papel de la Comisión Consultiva nacional de Convenios Colectivos y dotarse de un mapa de Negociación Colectiva que nos permita construir un observatorio y mejorar el conocimiento y la información y así, profundizar en la mejora y la eficacia este instrumento.

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