Comenzó como un asalto a un chalé de lujo, pero acabó convirtiéndose en algo mucho peor. El dueño de la vivienda, un hombre octogenario, estuvo varias semanas hospitalizado como consecuencia de la paliza que recibió. Los ladrones también pegaron a su mujer, bastante más joven. Y, antes de marcharse, habrían abusado sexualmente de ella.
El caso, por su gravedad, dio lugar a una operación policial que ha centrado los esfuerzos de un grupo de agentes de la comisaría de Marbella durante los últimos cuatro meses. Ahora, lo dan por esclarecido. Han detenido a siete personas como presuntas integrantes de una banda organizada a la que se le atribuye el robo con violencia en la vivienda y la agresión sexual a la propietaria.
El asalto se produjo a finales del pasado mes de septiembre en una urbanización de Marbella. Ocurrió pasada la medianoche. Dos individuos provistos de armas blancas accedieron a la vivienda. El chalé no contaba con sistemas de seguridad, un hecho que podrían conocer de antemano los ladrones. Una vez dentro, los dos asaltantes, uno de los cuales hablaba español, obligaron a los ocupantes a que les entregaran dinero en efectivo y objetos de valor.
Según informaron fuentes cercanas al caso, los atracadores hirieron con un cuchillo al dueño de la casa, así como a su mujer. Les dieron una paliza. De hecho, ambos sufrieron policontusiones. Por último, habrían agredido sexualmente a la dueña.
Los asaltantes abandonaron la vivienda a las dos de la madrugada con un botín que incluía unos 3.000 euros en efectivo, varios teléfonos móviles, ordenadores portátiles y el vehículo de la pareja.
Cuando estos se marcharon, el matrimonio fue a pedir auxilio a la garita de seguridad de la urbanización. El vigilante dio aviso a la Policía Nacional y a los servicios sanitarios. Una uvi móvil del 061 trasladó a las víctimas al Hospital Costa del Sol.
Los ladrones emplearon un modus operandi que policialmente se conoce con el nombre de 'murcigleros', y que consiste en asaltar viviendas mientras los moradores están dentro con el fin de asegurarse un mayor botín. Los agentes centraron sus pesquisas en un grupo organizado que, sospechaban, usaba este método. La banda estaba perfectamente estructurada y jerarquizada, con un reparto de papeles bien definido, según informó ayer la Comisaría Provincial.
Algunos de sus miembros se encargaban de vigilar las viviendas durante un corto espacio de tiempo -entre dos días a una semana, normalmente en horas nocturnas-e inspeccionaban el lugar para determinar el punto más vulnerable de las mismas. Una vez conseguida esta información, la facilitaban a otros componentes que se encargaban de desplazarse al lugar y esperaban a que sus moradores estuvieran pernoctando en la misma.
A continuación, dos o tres miembros entraban en el domicilio, mientras otro componentes esperaba fuera en el vehículo en el que se habían desplazado hasta el lugar, con la doble misión de vigilar y asegurar una rápida huida. Por último, otros integrantes del grupo se encargaban de dar salida al botín.
La investigación desembocó en la detención de siete hombres españoles y georgianos, de 20 a 37 años, como presuntos miembros de la banda. En la operación se les intervino dinero, material electrónico y armas de fuego que han resultado ser simuladas y que portaban durante los asaltos. Los efectos incautados proceden de otros robos en domicilios de la zona.
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