jueves, 24 de febrero de 2011

El juez condena al jefe de los escoltas de Alí a siete meses de cárcel por resistirse a la Policía

Claudio Loiodice recurrirá la sentencia e insiste en que no amenazó ni agredió a ningún agente tras el partido del Racing ante el Sevilla 



Siete meses de cárcel y 1.200 euros. Claudio Loiodice, jefe de los escoltas del nuevo propietario del Racing, Alí Syed, conoció ayer, dos días después de celebrarse el juicio en Santander, la sentencia impuesta por los incidentes con la Policía Nacional ocurridos después del partido contra el Sevilla.
El magistrado José Hoya considera culpable a Loiodice de un delito de resistencia y una falta de lesiones, aunque rebajó la petición de pena hecha por la Fiscalía, que solicitaba ocho meses de prisión y 1.500 euros, según informaron fuentes judiciales. Además de la multa, el italiano tendrá que pagar a uno de los policías con los que tuvo el altercado 150 euros, que sí es la cantidad que pidió el fiscal como indemnización por un manotazo que propinó el escolta a ese agente.
Loiodice relató en el juicio que iba en un coche, en la comitiva que seguía a Alí Syed tras el partido, cuando de repente vio que el vehículo de su jefe se detenía. Al ver que Alí se bajaba del coche y era rodeado por numerosos aficionados, que querían hacerse fotos con él, fue hacia allí para poder acercarse al propietario del Racing. Según dijo ante el juez, pidió permiso para pasar a varias personas y sólo se dio cuenta de que una de ellas era policía cuando se dio la vuelta. «Pedí perdón, pero el agente me empujó», aseguró.
Los policías dieron otra versión de lo sucedido. Según declararon, se encontraban haciendo un cordón policial para dar protección a Alí cuando Loioidice empezó a empujarles. «Le dijimos que se tranquilizara varias veces, pero no hizo caso y se llevó los dedos a los ojos para luego apuntarme con ellos en un gesto intimidatorio. Después, me golpeó en el pómulo izquierdo, por lo que decidimos detenerlo», declaró uno de ellos. Tras ser esposado, el jefe de seguridad de Alí, según los agentes, profirió amenazas como: «Te conozco, te voy a matar, tengo un arma» y «en un tatami podría acabar con tres de vosotros a la vez».
«Ha sido un malentendido»
Poco después de conocer la sentencia, Loiodice anunció su intención de recurrirla porque «no refleja correctamente la realidad» de lo sucedido «ni valora adecuadamente» todas las diligencias practicadas en el proceso. «Tengo la segura esperanza de que todo quede finalmente aclarado», señaló.
A través de un comunicado, el italiano apeló a su «intachable» carrera como policía en su país para demostrar su «respeto absoluto» a la Justicia y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por eso, como ya hizo su abogado en el juicio, achacó el incidente a una «confusión dentro del tumulto de gente que había en aquel momento, agravada por una clara falta de entendimiento motivada en el lenguaje».
Loiodice insistió en que «en ningún momento» realizó ningún acto imputable como delito de resistencia, y que «bajo ningún concepto» increpó, amenazó, agredió o golpeó a ningún agente.

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