
Más de un millar de personas asistieron a la manifestación en la que sindicatos, ciudadanos y organizaciones sociales señalaron a la clase empresarial como responsable de la crisis y criticaron la respuesta dada desde las administraciones
La crisis y las críticas a empresarios y administración por su respuesta ante sus efectos centraron la manifestación del Primero de Mayo en la capital, donde en torno a un millar de personas -2.000 según los sindicatos- se unieron a la marcha convocada por Comisiones Obreras y Unión General de los Trabajadores. Al mediodía, y mientras el cielo se iba nublando, miembros de organizaciones sindicales, políticas y sociales desfilaron junto a ciudadanos y algunos políticos desde el molino de la Feria hasta la plaza de Gabriel Lodares, donde los secretarios provinciales de los sindicatos intervinieron, para cerrar el acto con el canto de La Internacional cuando aparecían la las primeras gotas de lluvia.
El puente festivo pudo hacer que en este año la manifestación no fuera tan numerosa como en otras ocasiones. Entre los asistentes estaba la alcaldesa, Carmen Oliver, junto a varios concejales de la corporación, la concejala de Izquierda Unida, Rosario Gualda, el delegado de la Junta,. Modesto Belinchón, y el diputado socialista por Albacete y ex alcalde, Manuel Pérez Castell.
COLECTIVOS. Entre los colectivos asistentes destacaba un año más la presencia de un grupo de agentes de la Guardia Civil, portando la pancarta de la Asociación Unificada AUGC donde reivindicaban el derecho a manifestación. También asistía con una pancarta propia el colectivo de vigilantes de seguridad, recordando que no tienen sus condiciones reguladas por convenio. Los trabajadores de Maestranza Aérea también desfilaron protestando contra la política de subcontratas del centro de trabajo. También el sector de Construcción estuvo presente, reclamando la jubilación a los 60 años para los trabajadores del sector.
MENSAJES. Respecto a otras organizaciones, la recientemente creada Red de Movimientos Sociales estuvo presente para pedir «que la crisis la paguen los que la han provocado», además de Izquierda Unida y de las Juventudes Comunistas, que reclamaban la convocatoria de una huelga general. Respecto a otros mensajes que se escucharon en la movilización, están los que recordaban la situación particular de algunos trabajadores: las casi 100 empleadas de Confecciones Unidas, sin cobrar desde primeros de año y con un conflicto judicial que pasará por el juzgado el próximo lunes; los trabajadores de Recauchutados Mesas, donde los sindicatos denuncian la reducción sistemática de la plantilla y de su producción en pro de importar productos de otros países; o los trabajadores de la cooperativa Champinter, que, según anunció Francisco de la Rosa, de CCOO, han visto reducido su salario en 80 euros «con el argumento de la crisis». Frente a ello, los líderes sindicales subrayaron que esta no es la primera movilización del año, pero sí será decisiva por cuanto implica el inicio de la defensa de los trabajadores : «Hoy es el primer día de muchos días de movilización»; refrendó De la Rosa. Por su parte, Eduardo Mayordomo, secretario de UGT, lanzó también un mensaje a los políticos: «A la clase política que hoy está aquí decirles que les echamos de menos en la manifestación contra la crisis del 22 de febrero; a quienes no están, decirles que tenemos memoria, y que ya vendrán luego a pedirnos el voto».
Eduardo Mayordomo también se «acordó» de las entidades financieras y los banqueros: «se os ha olvidado que en 12 años hemos pagado y hemos sido tratados como clientes preferentes; ahora nos tratan de pedigüeños y de clientes de tercera».
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