CÓRDOBA. «En la actualidad no se puede concebir la seguridad pública sin el complemento necesario de la privada». Con estas palabras, el comisario provincial, José Antonio de la Rosa, abogó ayer por ampliar la colaboración de la Policía Nacional con el sector de la vigilancia, «potenciando la operatividad, de manera que no se limite sólo a proveer información», dijo.
De la Rosa hizo estas declaraciones en el transcurso del Día de la Seguridad Privada, que se celebró ayer en el Palacio de Congresos de Córdoba.
Durante su intervención, el comisario apuntó que la filosofía de los cuerpos policiales es aumentar la colaboración con las empresas de seguridad para mejorar la prevención de delitos y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
Así, señaló que «esta cooperación va aumentando cada vez más», y concretó que dicho apoyo entre la seguridad pública y la privada se centra en compartir información sobre el modo de obrar de los delincuentes y los lugares en los que cometen sus actuaciones.
De la Rosa informó, además, de que en la provincia hay aproximadamente 800 vigilantes y 29 empresas en este sector, y destacó el trabajo de la unidad provincial de seguridad ciudadana, que se encarga de evitar que se produzcan casos de intrusismo profesional.
Labor de vigilancia
En este sentido, y tras la polémica suscitada por la necesidad de que los porteros de discotecas tengan sus preceptivos títulos que los acrediten para desarrollar esa función, el comisario provincial recordó que estos trabajadores no están cualificados como vigilantes de seguridad y aseguró que es «un firme propósito» de la Policía y de la Guardia Civil que se actúe contra todo intrusismo en este ámbito.
A preguntas de los periodistas, De la Rosa declaró que no tiene constancia de que la crisis económica esté teniendo alguna incidencia en el número de delitos y agregó que cuando la Policía tenga indicios que le permita manifestarse en ese sentido, se pronunciará. «No descarto que pueda existir una cierta incidencia, pero no tenemos ningún dato que nos diga que hay una conexión entre crisis y delincuencia», concluyó.
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