Detienen, en menos de una semana, a cinco personas que sustrajeron prendas por valor de 971 euro Siete camisetas, tres cazadoras y tres pantalones fueron el botín que consiguieron cinco ladrones en tres robos distintos en Santander. En total, 971 euros al cambio. Todos ellos fueron detenidos en menos de una semana por la Policía Nacional. La llamada del vigilante de seguridad de un centro comercial de la capital fue el desencadenante, el pasado 3 de abril, a las 20.00 horas, del primer caso. Este guarda comunicó a los agentes que tenía retenido a un individuo, cuya identidad responde a las iniciales D. P. L., de 30 años, que había activado las alarmas de la tienda al pasar por una de las puertas. El vigilante le pidió que enseñase lo que ocultaba, y el hombre sacó de debajo de la ropa dos camisetas y una cazadora que había robado al descuido. Cuando los policías llegaron, descubrieron que en el aparcamiento del centro comercial le esperaba su novia, con el motor del coche encendido. En el interior del vehículo había tres camisetas, un pantalón y una cazadora, algunas de ellas dañadas al haberles arrancado las alarmas. Las prendas que pretendían robar fueron valoradas en 533 euros. Ninguno de los dos tiene antecedentes penales. Al día siguiente, a las 21.50 horas, se dio una situación muy parecida en otro centro comercial de la ciudad. De nuevo un guardia de seguridad sorprendió a un hombre, con iniciales RE.H.E, de 33 años, cuando salía de la tienda cargado con una bolsa, preparada para eludir los arcos detectores, llena de ropa robada. En el interior había dos pantalones y una cazadora, así como unos alicates para romper las alarmas. En total, 413 euros. El detenido tiene antecedentes por resistencia y desobediencia. La última detención se produjo anteayer, jueves, en la calle Cuesta del Hospital, cuando una patrulla de la Policía Judicial observó a dos jóvenes, -uno de 18 años y el otro menor de edad- que corrían en actitud «sospechosa» y entraban en un establecimiento ubicado en dicha calle. Fueron descubiertos en el baño, cuando uno de ellos manipulaba una cartera de piel marrón con diversa documentación y el otro quitaba las etiquetas de las dos camisetas sustraídas, valoradas en 25 euros, que aún tenían las alarmas puestas.
Siete camisetas, tres cazadoras y tres pantalones fueron el botín que consiguieron cinco ladrones en tres robos distintos en Santander. En total, 971 euros al cambio. Todos ellos fueron detenidos en menos de una semana por la Policía Nacional.
La llamada del vigilante de seguridad de un centro comercial de la capital fue el desencadenante, el pasado 3 de abril, a las 20.00 horas, del primer caso. Este guarda comunicó a los agentes que tenía retenido a un individuo, cuya identidad responde a las iniciales D. P. L., de 30 años, que había activado las alarmas de la tienda al pasar por una de las puertas.
El vigilante le pidió que enseñase lo que ocultaba, y el hombre sacó de debajo de la ropa dos camisetas y una cazadora que había robado al descuido.
Cuando los policías llegaron, descubrieron que en el aparcamiento del centro comercial le esperaba su novia, con el motor del coche encendido. En el interior del vehículo había tres camisetas, un pantalón y una cazadora, algunas de ellas dañadas al haberles arrancado las alarmas. Las prendas que pretendían robar fueron valoradas en 533 euros. Ninguno de los dos tiene antecedentes penales.
Al día siguiente, a las 21.50 horas, se dio una situación muy parecida en otro centro comercial de la ciudad. De nuevo un guardia de seguridad sorprendió a un hombre, con iniciales RE.H.E, de 33 años, cuando salía de la tienda cargado con una bolsa, preparada para eludir los arcos detectores, llena de ropa robada. En el interior había dos pantalones y una cazadora, así como unos alicates para romper las alarmas. En total, 413 euros. El detenido tiene antecedentes por resistencia y desobediencia.
La última detención se produjo anteayer, jueves, en la calle Cuesta del Hospital, cuando una patrulla de la Policía Judicial observó a dos jóvenes, -uno de 18 años y el otro menor de edad- que corrían en actitud «sospechosa» y entraban en un establecimiento ubicado en dicha calle.
Fueron descubiertos en el baño, cuando uno de ellos manipulaba una cartera de piel marrón con diversa documentación y el otro quitaba las etiquetas de las dos camisetas sustraídas, valoradas en 25 euros, que aún tenían las alarmas puestas.
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