El Defensor del Pueblo Andaluz plantea la posibilidad de que se construya un lugar de oración para los musulmanes si ambas comunidades no se ponen de acuerdo
La posición del Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, con respecto al uso compartido de la Mezquita no es ni contraria ni favorable. El director de esta oficina pública, quien acudió ayer a la capital a la presentación en sociedad de la Asociación de Ayuda a Familiares de Víctimas de Violencia de Género Beatriz de Hinestrosa, optó por situarse en un punto intermedio en este debate y apostó por el "diálogo" entre católicos y musulmanes. Chamizo realizó estas declaraciones casi una semana después de un incidente registrado en la Mezquita que acabó con la detención de dos turistas austriacos que agredieron presuntamente a dos vigilantes de seguridad que les impidieron el rezo por el rito mahometano en el interior del templo.
Tampoco quiso alinearse ni con el Obispado, que denunció los hechos y se opone radicalmente a toda oración que no sea católica, ni con el grupo de más de un centenar de turistas que pretendían precisamente realizar esta práctica dentro de la Mezquita. Precisó en todo caso que "no son formas de resolver la convivencia" y detalló que situaciones de estas características pueden desencadenar episodios de "xenofobia".
Ante la polémica suscitada en los últimos años, Chamizo ofreció una alternativa al apostar por la construcción de una mezquita en la ciudad a la que puedan ir a orar los musulmanes. "Si no es posible el uso compartido a través del diálogo, a lo mejor habría que pensar en la posibilidad de contar con un lugar para ellos", subrayó Chamizo, que es sacerdote. A este respecto, el Defensor del Pueblo aludió a las trabas que se plantean en Sevilla para la creación de una mezquita: "La verdad es que no logro entender por qué hay tantos inconvenientes para eso". Para reforzar la opción de edificar un recinto para los musulmanes, el director de la oficina pública apuntó que las novedades que introducirá la normativa de libertad religiosa permiten además que, al igual que ocurren en el caso de los templos católicos, los practicantes de esta religión puedan beneficiarse de ayudas por parte de las administraciones públicas para la construcción de sus lugares de oración.
La polémica suscitada por el incidente de la Mezquita del pasado Miércoles Santo ha alcanzado asimismo la esfera política. Así, el secretario general del PSOE en Córdoba, Juan Pablo Durán, lo calificó ayer como "una anécdota, que hay que dejar aparcada". El líder socialista opinó que dicho suceso "no pone en riesgo nada", en referencia a los posibles perjuicios que puedan acarrear a la imagen de Córdoba o a proyectos como la Alianza de Civilizaciones.
Durán insistió también en restar importancia al hecho de que un número reducido de turistas musulmanes, frente a los millares que visitan cada año la Mezquita, pudieran haber intentado rezar en ella a sabiendas de que estaba prohibido. Dijo preferir "dar por buenas" las explicaciones al juez de los dos turistas que agredieron los guardias de seguridad de la Catedral de Córdoba y a los policías que luego les detuvieron, en cuanto a que el rezo fue algo "espontáneo".
Los hechos que tuvieron lugar en la Mezquita y la posible solución que aportó no fueron los únicos asuntos de los que se ocuó el Defensor del Pueblo Andaluz durante su visita a la ciudad. Chamizo repaso algunos de los asuntos que aparecen en el informe de la oficina que dirige. Así, en referencia la reivindicación de un edificio único para niños en el futuro Hospital Reina Sofía, recordó que sigue reclamando "habitaciones individuales" para los menores si bien señaló que la Administración es la que tiene la última palabra en este asunto. Sobre la presunta violación de una menor en Baena el pasado verano, el sacerdote manifestó que no se posicionará hasta que haya una resolución judicial.
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