jueves, 15 de abril de 2010

Actuación ante agresiones

Ante una situación que ponga en peligro nuestra integridad física deberemos ante todo:

- Mantener la calma: Los nervios pueden hacernos perder la ventaja que nuestros conocimientos nos puedan dar sobre el presunto agresor.

- Evaluar la situación: No porque un individuo nos inspire temor a ser agredidos ha de ser necesariamente un agresor.

- Estar siempre alerta: Hay que anticiparse al agresor y para ello hemos de mantenernos siempre alerta.

- Conocer nuestras posibilidades: Podemos saber defendernos pero hemos de evaluar los posibles conocimientos del agresor y nuestras posibilidades si intentamos eludir la agresión o reducir al individuo.
Seguidamente, pasaremos a revisar los tipos más frecuentes de agresores, con objeto de familiarizarnos con sus procederes comunes y poder desarrollar una estrategia personal según el caso particular:

LADRON:

actualmente, el delito más común es el robo con intimidación por armas o número de delincuentes.
En este caso, lo primero es establecer la cantidad de los mismos ya que podemos ser lesionados por cómplices que actúen en el momento en que realicemos una acción defensiva.

Enfrentar a más de una persona sin tener experiencia de pelea no es nada aconsejable, así que se recomienda tratar de mantener la calma, hacer entrega de los bienes solicitados, no mirar fijamente los rostros (los delincuentes temen el reconocimiento) y no provocar al enojo o nerviosismo. O sea, tratar de concluir la situación lo antes posible y resultar ileso, dirigiéndose de inmediato a efectuar la correspondiente denuncia ante la Policía y tratando de aportar todos los datos posibles que se habrá tenido la precaución de tomar en cuenta:

lugar, número de delincuentes, edades, armas, estatura, tipo y color de ropa, fisonomía dentro de lo posible, tatuajes y otras particularidades, etc.

Como se dijo antes, el tener una mente consciente del entorno y ser precavido quizás nos libre de ser víctimas de un robo, pero en caso contrario y habiendo decidido defendernos aplicando la fuerza, debemos tener en cuenta las reales capacidades de agresión del delincuente:

dada la proximidad en la que generalmente se halla, puede afirmarse que alguien que empuñe un arma blanca, es mucho más peligroso que con una de fuego.
Con esta, un poco de práctica permite un movimiento rápido para desviarla de nuestro cuerpo ya que la orden de disparar tarda más en llegar a la mente del ladrón, en cambio el arma blanca tiene infinidad de ángulos de ataque y el querer desviarla sólo nos puede causar lesiones graves ante alguien experimentado.

Por lo demás, no existiendo o habiendo neutralizado el uso de armas, queda por analizar el combate a mano vacía que puede tener infinitas posibilidades y ser comparable al que se verá en el siguiente apartado.

PELEADOR CALLEJERO:

Se puede afirmar que el haber sido elegido por este tipo de delincuente, es un gran problema ya que generalmente no persigue fines de robo, sino que se trata de personalidades con rasgos psicopáticos guiados por el deseo de hacernos daño (puede ser para "su" público), acostumbrados a soportar dolor, con gran repertorio de técnicas sucias y que difícilmente sean proclives a abandonar su postura mediante el diálogo.
Frente a este tipo de agresores, hay que estar muy atentos ya que como se dijo, suelen hallarse lejos de la ortodoxia combativa y es probable que inicien el ataque con un golpe de improviso.

-Recordar que en estos enfrentamientos no hay reglas por lo tanto todo vale a los efectos de ataque y defensa (como los golpes a los genitales), y no se debe mostrar mesura ya que el atacante no la tendrá;

-Se utilizan elementos del medio: palos, botellas, etc., y hasta se pueden usar paredes cercanas o el suelo, para empujar contra ellos la cabeza del rival;

-Hay que tratar de poner al oponente en el peor terreno: llevarlo hacia donde tenga pozos o piso desfavorable detrás;
ubicarse uno a un nivel más alto;
si es de noche, de espaldas a la luz (de manera que esta de en la cara del adversario), etc.

-Mantener la tranquilidad en lo posible, para no atacar a lo loco, sino en los puntos vitales que queden expuestos y con nuestras técnicas preferidas;

- No dudar; provocar una distracción verbal o arrojando algo a la cara, y de inmediato golpear con decisión, combinando manos y pies con técnicas sencillas;

- No confiarse: ni de las palabras, ni de una aparente rendición en cuyo caso, no dar la espalda nunca ni relajar la atención;

-Terminar la pelea lo más rápido posible, y retirarse del lugar de inmediato.

SUJETOS CON FACULTADES MENTALES ALTERADAS:

pueden estar bajo los efectos de trastornos psiquiátricos o diferentes drogas.
A los efectos de defensa y legales, debemos tratar de determinar rápidamente si su condición es de inferioridad física (alcohólicos), o lo contrario (cocainómanos), para actuar en consecuencia:

en el primer caso intentaremos la reducción causando el mínimo daño posible,

en el segundo el ataque debe ser a fondo por la elevada peligrosidad y resistencia física.

CONCLUSIONES

Llegados a este punto, ya deberíamos tener una idea de:

- En qué circunstancias y cómo es conveniente agredir a otra persona;

- Nuestras propias capacidades para ejecutar unas técnicas y descartar otras o entrenarlas más a fondo para que podamos usarlas llegado el caso de necesidad;

- Mediante la práctica y experimentación, haber seleccionado algunos movimientos preferidos para tenerlos en mente para cada distancia de conflicto.
Por ejemplo, mi gusto personal puede ser a distancia larga levantar rápidamente una piedra y arrojarla a la cara del otro para provocar ceguera y distracción que permita acercarme y atacar algunos puntos vitales.
A distancia media, distraer con un movimiento de la mano, mientras avanzo con patada a la tibia o pisotón, para quedar en distancia corta y encadenar con codazos o rodillazos, etc.

- Advertir que los ataques deben efectuarse en combinación de técnicas, es decir, no arrojo un golpe y me quedo esperando a ver qué pasa, sino que ataco en series de tres o más encadenados y de ser posible, a diferentes alturas.

- Es de suma importancia, la confianza en uno mismo: la duda genera un ataque débil que seguramente va a poner más violento al agresor, por ello, una vez tomada una desición, seguirla a fondo.

- Tener en cuenta que se van a experimentar sensaciones corporales poco usuales:

- Golpear, está un tanto anticipado por el entrenamiento en la bolsa, aunque en la realidad, se va a pegar mucho menos pero con toda la potencia de que se disponga;

- Se debe estar preparado mentalmente para los golpes o algún tipo de herida que seguramente se recibirá, lo que no debe amedrentar, sobre todo teniendo en cuenta que el organismo se encuentra en un estado de mayor rendimiento y resistencia al dolor;

- Ante un enfrentamiento, se libera un torrente hormonal que prepara al ser humano para la ancestral opción de combatir o emprender la fuga. Esto se debe tener en cuenta, pues la vida moderna alejó esta sensación de su interpretación correcta y frecuentemente ese estado se traduce como pánico inmovilizador, cuando en la realidad es el organismo puesto en su máximo punto de rendimiento para el combate.

Técnica 1 - Ataque .

Agresor ataca por el cuello, ella se defiende golpeando la nariz con la parte interna de la mano, intentando lastimar los ojos con los dedos.

2. Golpear los genitales con la rodilla o pierna.

3. Rodillazo rápido para reducir a tu agresor y salir inmediatamente.

Ataque por la espalda

1. Agresor ataca por la espalda.

2. Defenderse golpeando los genitales intentando morder el brazo del agresor.

3. Sujetarse del pantalón del agresor fuertemente.

4. Llevar la pierna por detrás del agresor.

5. Dejarse caer con todo su peso sobre las costillas del agresor.

6. Finalmente codazo a los genitales y salir de escena inmediatament

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