sábado, 3 de abril de 2010

Los musulmanes organizaron el rezo sabiendo que está prohibido

El auto del juez recoge que "idearon" la oración "a sabiendas" de que solo se permite la cristiana.Se imputan a ocho implicados delitos contra los sentimientos religiosos y desórdenes públicos.

El magistrado del juzgado de Instrución número 4 de Córdoba, en funciones de guardia, puso ayer en libertad con cargos a los dos detenidos por los incidentes ocurridos el miércoles en la Mezquita-Catedral, donde un grupo de turistas austriacos protagonizaron un altercado al celebrar un rezo bajo el rito musulmán en el recinto y, presuntamente, agredir a un vigilante de seguridad con un cuchillo cuando les pidió que depusieran su actitud. Aunque los detenidos, así como otros seis imputados por estos hechos que declararon el jueves, sostuvieron ayer ante el juez que no fue un acto premeditado y que desconocían la prohibición del rezo bajo el rito musulmán en la Mezquita-Catedral, en el auto del magistrado al que ha tenido acceso Diario CORDOBA se relata que lo organizaron "a sabiendas de que tal acto de expresión religiosa se encontraba expresamente prohibido".
A Mohamed Shabir, quien presuntamente portaba el arma, se le imputan supuestos delitos contra los sentimientos religiosos, desórdenes públicos, lesiones, amenazas y atentado contra agentes de la autoridad. Respecto del otro detenido, Edin Grgic, así como del resto de imputados --N.M., Z.E., H.K., O.A., H.B. y M.K.--, la instrucción --según la participación de cada uno-- ve indicios de similares delitos, informaron fuentes judiciales. Como medida cautelar, se le retuvo a Shabir su pasaporte de Sri Lanka, lo que le impide salir de territorio comunitario europeo.
A la hora de relatar los hechos que de momento se le imputan a los implicados, el auto señala que Z.E. lideraba un grupo de unas 118 personas jóvenes, tanto mujeres como hombres, de religión musulmana y distintas razas procedentes de Austria, quienes "idearon la estrategia" de entrar en la Mezquita-Catedral "con intención de organizar un rezo del grupo" o de parte de sus miembros "aun a sabiendas de que tal acto de expresión religiosa se encontraba expresamente prohibido" en el recinto.
Con tal finalidad, sigue el auto, sobre las 17.30 horas del miércoles dispusieron entrar en pequeños grupos de dos o tres personas "que se interconectaban bien visualmente, bien con el uso de walky-talkies ". Diez minutos después, se agruparon para rezar y uno de los vigilantes de seguridad intentó acercarse al líder para pedirle que dejaran de hacerlo, aunque no lo consiguió al estar protegido por otros imputados. Entonces, Z.E. se levantó y, tras ser agarrado el vigilante por otros encartados, éste le dio un puñetazo en el rostro.

 

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