No tienen trabajo ni albergan esperanza de encontrar uno. En sus manos está sacar adelante a sus familias pero su único ingreso es la prestación por desempleo, que se agota poco a poco. La desesperación de los parados es palpable. Cada día que pasa empeora su situación. Los centros del INEM de la Comunitat llegan a sufrir diariamente 10 altercados fruto de la tensión de quienes acuden a ellos.
Los incidentes más frecuentes son gritos e insultos hacia los funcionarios y golpes sobre la mesa. El caso más «grave» se produjo esta misma semana cuando un parado irrumpió en la oficina de Juan Llorens de Valencia armado con un cuchillo y palos, según denunció el sindicato CC.OO.-PV.
Todo comenzó el martes. El hombre, de mediana edad y origen extranjero, perdió los nervios al no haber cobrado el ultimo mes de desempleo. «Fue un error suyo. Debía renovar la tarjeta de paro trimestralmente en una fecha concreta y no lo hizo. En estos casos se pueden presentar alegaciones pero él no escuchaba. Sólo quería que le diéramos el dinero», apuntaron ayer fuentes de la oficina. El desempleado se lió a golpes con las sillas y las mesas, empezó a gritar al personal y amenazó a la directora, que trató de calmarlo. «Mañana no llegarás aquí. Mañana esta oficina no se abrirá», le espetó, alterado, a la responsable. Finalmente, el vigilante de seguridad lo sacó a la calle.
La violencia no terminó ahí. Tal y como explicaron fuentes de CC.OO., el desocupado se presentó de nuevo a la mañana siguiente a las puertas de la oficina con un cuchillo y palos y exigió a los empleados que se abriera la entidad para que se solucionara su situación. «No atendía a razones. Intentamos explicarle que había una solución», apuntaron desde la entidad. El hombre incluso fue atendido por la dirección del Servef -que se encuentra en las mismas instalaciones- ya que la directora del INEM no se encontraba allí en ese momento.
Algunos testigos aseguraron que, en el interior de la oficina, las agresiones sólo fueron verbales. «Cuando lo echaron a la calle se puso más nervioso y violento». Fue necesaria la intervención de seis agentes para poder reducirlo. Tras lo ocurrido, la sección sindical se puso en contacto con la Dirección Provincial para pedir la puesta en marcha del protocolo de agresiones y solicitó una reunión urgente del Comité de Seguridad y Salud para que informara de la gravedad de este altercado.
La primera medida fue el refuerzo de personal. Desde el jueves, la oficina cuenta con dos vigilantes. Pero, esa, aseguraron los trabajadores, «no es la solución». Además, por las tardes, cuando se mantiene el servicio de información, el centro no cuenta con ningún empleado de seguridad.
Desprotección
Desde CC.OO. denunciaron «la desprotección que sufren los trabajadores del Servicio Público Estatal de Empleo» y lamentaron «las condiciones inadecuadas y falta de medios materiales de las oficinas que no permiten prestar un servicio digno».
Para el sindicato, el altercado de Juan Llorens «evidencia la desprotección en la que se encuentran los ciudadanos que no tienen trabajo ni cobertura asistencial por el sistema de Seguridad Social al agotar la prestación». Las mismas fuentes explicaron que esta incertidumbre «provoca situaciones personales de frustración y desesperación que acabna repercutiendo, como ha ocurrido en este caso, en el propio personal del organismo que atiende a los ciudadanos».
Según varios trabajadores consultados en distintas oficinas valencianas de empleo, «estas trifulcas han aumentado considerablemente debido a la crisis». Los empleados han registrado desde roturas de cristales de sus coches hasta amenazas. «La gente no ve esperanza de que esto vaya a mejorar y el ambiente cada vez está más crispado», lamentaron.
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