El intrusismo generó unas pérdidas de unos 510 millones en el sector de la seguridad privada en el 2009 a nivel nacional, que ingresó en ese periodo 3.400 millones. Según la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser), que engloba al 80% de las empresas del ramo, el fraude supone el 15% del volumen del mercado en la Región de Murcia. La galopante crisis ha provocado una sustitución paulatina de la figura del guardia de seguridad por la del portero o bedel, personas sin una preparación específica pero que desempeñan labores de seguridad de manera fraudulenta.
Según Aproser, la línea que separa la legalidad del intrusismo es muy fina, «y la Administración debe tomar cartas en el asunto de una manera clara y enérgica ya que la situación sólo nos conduce a una mayor precariedad».
«Se llevan a cabo inspecciones y se interponen muchas denuncias al cabo del año, pero Murcia es una de las comunidades con mayor intrusismo del país».
Balance negativo
Tras un largo periodo de bonanza, el sector, sacudido por la recesión, lleva un año en negativo. El descenso acumulado de la facturación durante los nueve primeros meses de 2009 se situó en el 4,5% en relación al mismo periodo del año anterior. La contratación de transporte de fondos ha decrecido el 7% a finales del mes de septiembre respecto al tercer trimestre de 2008.
«Si la situación continúa como hasta ahora, es posible que este año se comience a destruir empleo. Por ahora el sector se ha mantenido más o menos a flote con la reducción de las horas extra, pero el futuro es incierto y habrá que tomar medidas a corto plazo».
En la Región, el 55% de la facturación de seguridad privada procede de la Administración.
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