La FER, UGT y CC OO no pueden dar respuesta a la creciente demanda La crisis económica empuja a los desempleados y trabajadores en activo a reciclarse o mejorar su cualificación
La necesidad de mejorar la formación para ampliar las posibilidades de encontrar un trabajo ha provocado un aumento de la demanda de cursos ocupacionales, incremento que en algunos casos alcanza cifras insospechadas. Y es que al parecer, los 21.747 parados de La Rioja, de los que un 25 por ciento son jóvenes de entre 16 y 30 años, y un considerable número de trabajadores en activo parecen haber considerado que estos tiempos de crisis son propicios para el reciclaje profesional o la ampliación de conocimientos susceptibles de mejorar el currículum.
De ello dan fe organismos subvencionados por el Servicio Riojano de Empleo, como la Federación de Empresarios de La Rioja, la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras, que han visto desbordados sus servicios de formación y empleo.
El jefe del Departamento de Formación y Empleo de la FER, Pablo Gil Minguillón señala que la demanda de cursos en los últimos tres años ha tenido un incremento fuera de las previsiones. Durante el año 2007, la FER impartió 319 a los que asistieron 5.430 alumnos, pero la demanda fue 9.645 personas. En 2008 se dictaron 265 en los que se formaron 7.059 alumnos, pero hubo 14.715 demandantes. Y en 2009, las cifras se 'dispararon' aún más: se realizaron 271 cursos a los que asistieron 5.487 alumnos y las inscripciones llegaron a 18.577.
«Como siempre, en época de bonanza, poco tiempo tienes para formarte y tampoco la gente lo cree necesario y, cuando vienen mal dadas, toda la gente sale a formarse. Tendría que ser todo lo contrario: cuando hay más posibilidades y más fondos, la gente tendría que prepararse», razona.
Plan de capacitación
La secretaria de Formación e Igualdad de UGT, Teresa Rodríguez, señala que su último plan de capacitación para trabajadores desempleados, iniciado el año pasado, contempla 15 cursos con una capacidad de 215 alumnos separados por comarcas: uno para Haro, tres para Calahorra y la mayoría para Logroño. Cubren diversas áreas: en la de oficios se incluyen los cursos de soldadura, fontanería, atención infantil preescolar y auxiliar de geriatría, mientras que los complementarios están ligados principalemente a la ofimática y a los idiomas.
La formación para desempleados está enmarcada dentro de los certificados de profesionalidad del Sistema Nacional de Cualificaciones Profesionales. «Entendemos que en este momento los desemplados necesitan más que nunca un reciclaje profesional para ser más competitivos y tener más oportunidades laborales. Este cambio cultural es positivo, la desgracia es que sea por las circunstancias en que estamos. Por ejemplo, en uno de los últimos cursos, hubo más de 60 personas en las pruebas de selección y sólo había 12 plazas. Eso extrapolado a todo. El año pasado y este año no lo tenemos cuantificado, pero se ha disparado de forma importantísima», aclara Rodríguez.
Para CC OO la situación es muy similar. Su secretario general, Koldo González, asegura que desde la primavera de 2009 las cifras se han disparado. «En algunos casos la demanda se ha quintuplicado». Hay una demanda de 500 a 600 personas para un curso de 12 alumnos. Los cursos más solicitados son los de conductor de vehículos carnet C, conductor de carretillas elevadoras, vigilante de seguridad, instalación de sistemas fotovoltaicos y de instalaciones solares, atención sanitaria y ayudante de cocina.
En el sindicato se espera que el Gobierno de La Rioja, a través del Servicio Riojano de Empleo, pueda aumentar el presupuesto destinado a la formación para poder cubrir la creciente demanda.
Nuevo modelo productivo
«Se necesitan más cursos, no sólo para los desempleados, sino también para los trabajadores en activo. Si queremos ir a un cambio del modelo productivo, a empleos mejor pagados, a empresas que produzcan bienes y servicios de mayor valor añadido, la formación es fundamental», estima González.
Para González, un sector donde se necesita mucha formación es el de la construcción, ya que la caída de la actividad ha dejado un altísimo número de trabajadores parados que necesitan reciclarse.
«Por desgracia, hay que decir que en este año, e incluso en 2011, la creación de empleo va a ser lenta. Los nuevos sectores donde hay demanda de trabajadores y habrá posibilidades son los de la sanidad y la dependencia. También en las áreas de la energías y las de sectores industriales que tienen que ver con componentes para energías renovables. Estamos identificando unos sectores que van a tener futuro pero que, desgraciadamente, en estos primeros años no van a crear mucho empleo», afirma el secretario general de CC OO en La Rioja.
«Estamos esperando que se recupere la actividad de la construcción cuando se desinfle la burbuja inmobiliaria. Pero, hoy por hoy, es necesaria la iniciativa pública. Los impuestos deberán destinarse a la promoción de la industria, de sectores emergentes y del empleo. Será indispensable porque vamos a tener una travesía del desierto bastante larga», añade González.
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