jueves, 4 de febrero de 2010

El aluminio que silencia las alarmas

Los métodos de hurto se perfeccionan y ahora la 'platilla' también se forra para evitar sospechas 

Suelen ir en parejas, normalmente mujeres de nacionalidad rumana. Entran en las principales tiendas de ropa del centro de la capital jienense, miran mucho, quizás se prueban alguna prenda, pero finalmente nunca compran nada. Podrían ser sospechas de hurto, pero a la salida, cuando pasan por el arco de seguridad, el sistema no pita, nadie las puede parar.
Sin embargo, las denuncias por parte de estos establecimientos por sustracción de artículos son frecuentes en la comisaría de la Policía Nacional. Los guardas de seguridad saben que hay trucos para burlar las alarmas, pero no es fácil detectarlos y menos si los métodos, como ha ocurrido ahora en Jaén, se perfeccionan tanto.
Los amigos de lo ajeno ya no sólo forran bolsos y bolsas con papel de aluminio por dentro. Ahora esa 'platilla' también se recubre con papel o cartón de otro calor para que sea prácticamente imposible detectarla. Así, las alarmas de las prendas de ropa y zapatos no suenan y, además, con un simple vistazo nadie podrá descubrir la trampa.
Es lo que explicaba ayer el responsable de comunicación de la Policía Nacional de Jaén, Diego Moya, que daba cuenta de la detención de dos individuos de nacionalidad rumana a los que se les incautaron, además de 500 euros en metálico, prendas robadas por valor de 2.000 euros. Todas ellas en bolsas perfectamente forradas.
«Nos ha llamado mucho la atención», apuntaba Moya, «porque no habíamos visto antes este sistema, digamos que el método que se usaba hasta ahora era más rudimentario y, sólo con abrir la bolsa, el vigilante de seguridad podía ver el aluminio».
Con esta detención, indicó el responsable de comunicación de la Policía Nacional, «se ha desmembrado una especie de banda, que era más bien familiar». Ahora, los agentes continúan con la investigación para localizar al resto de componentes del grupo, de manera que no se descartan nuevas detenciones en los próximos días.
Asimismo, la Policía está pendiente de esclarecer dónde iba a parar esa ropa sustraída. «Por lo general, son artículos que no se quedan en casa y que se roban porque ya se sabe a quien se le va a vender, de manera que esa circunstancia también la estamos investigando», apuntó Diego Moya.
En el momento en el que los dos rumanos fueron detenidos, se encontraban manipulando los sistemas de alarma de las prendas de ropa y calzado para poder deshacerse de ellos. No obstante, y a pesar de que se había establecido un dispositivo específico para localizar a estos ladrones ante el amplio número de denuncias interpuesto por los establecimientos, la detención fue posible porque los individuos en cuestión intentaban abrir un coche para robarlo cuando fueron sorprendidos por la Policía. Todo ocurrió el pasado martes en el aparcamiento público de la Plaza de la Constitución, muy cerca precisamente de las tiendas por las que las rumanas suelen sustraer la ropa.
La crisis
Ante estas situaciones, a cualquiera se le podría ocurrir pensar que la crisis agudiza el ingenio de los que roban. Porque no sólo se trata de ciudadanos rumanos, también se detiene de vez en cuando a españoles que emplean el mismo método. Eso sí, desde la Comisaría de Jaén no confirman que los hurtos sean ahora más frecuentes debido a la crisis. «Siempre se cometen robos de este tipo, las denuncias son frecuentes», aseguran.

 

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