Con sus 26.000 metros cuadrados, se convertirá en el mayor complejo de este tipo del norte de España
Tras una puerta de acero de veinte centímetros, el búnker de la nueva 'ciudad del tiro' de Hazas de Cesto cuenta los pocos días que le faltan para convertirse en uno de los mayores arsenales de armas de Cantabria. Allí se almacenarán fusiles automáticos, pistolas, rifles de francotirador y demás 'herramientas' que convertirán este complejo de 26.000 metros cuadrados -cuatro campos de fútbol- en un parque de atracciones obligatorio para los amantes del olor a pólvora.
Los empresarios Elías Diego y Bernardo Gutiérrez son dos de los promotores de esta instalación, llamada a convertirse, por medios y extensión, en un referente en el Norte de España. De momento, ya han alcanzado acuerdos para que las policías locales, escoltas del País Vasco y vigilantes de seguridad utilicen el complejo para entrenarse. Incluso los socios de la agrupación Unión de Guardias Civiles se acercarán allí para desperezar el gatillo.
Pero los principales usuarios de esta 'ciudad del tiro' serán los cerca de 18.000 cazadores registrados en Cantabria, 7.600 de ellos inscritos en la Federación de Caza, organismo que ya ha firmado un convenio de colaboración con los dueños de este complejo. Este recinto será el único de Cantabria en el que podrán usar sus armas de gran alcance, ya que en la otra galería de tiro que existe en Cantabria, en San Martín, no está permitido.
Aquí también podrán recibir cursos prácticos, en espera de alcanzar un acuerdo con la Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno regional, sobre situaciones de emergencia durante una batida de caza, seminarios y conferencias sobre armas y su uso.
Además de otros espacios comunes como gimnasio, tienda, cafetería y biblioteca, el rincón más llamativo de esta instalación es su 'galería de tiro', con capacidad para que treinta personas disparen a la vez a objetivos situados a 10, 25, 50 o 100 metros. Por establecer una comparación, la mayor galería de tiro de Asturias sólo tiene seis puestos, mientras que en el País Vasco no existe ninguna. Este recinto, al que sólo podrán acceder los que dispongan de licencia de armas, está construido casi por completo de madera y arena, para evitar que las balas perdidas reboten o se pierdan -un proyectil puede recorrer 3,5 kilómetros si no encuentra obstáculos-.
Los que no tengan licencia de armas tendrán dos posibilidades: una, asistir a las clases que se impartirán para preparar los exámenes teóricos y prácticos, o conformarse con partidas de paintball.
También se acondicionará un área de adiestramiento canino, de 4.000 metros cuadrados, en la que los perros de caza o de las Fuerzas de Seguridad podrán recibir el entrenamiento para recoger presas, encontrar droga o defenderse de ataques.
«En Cantabria no existe, ni delejos, una instalación de estas características y los aficionados a las armas no disponían de un lugar en el que practicar. Pero nuestro objetivo es convertirnos en un referente a nivel nacional», señalaron a este periódico los promotores.
Presentación oficial
Hoy tendrá lugar en Brezanes la presentación oficial, a la que asistirán el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano; el director general de Turismo, José Carlos Campo; su homólogo de Deportes, Ramón Cuesta; la jefa superior de la Policía Nacional en Cantabria, Pilar Allue, y el director general de Justicia, Juan Carlos Mediavilla, entre otros.
Precisamente este último firmará un convenio con los propietarios de la instalación para que los policías locales que se forman en la Escuela Regional de Villaverde de Villaescusa hagan prácticas de tiro, a a partir de ahora, en esta nueva instalación.
Los agentes recibirán también formación en intervenciones de emergencia. Para ello utilizarán un área de este complejo bautizada como RAM, que traducido del inglés significa 'Simulador de Acción Real'.
Un ejemplo de práctica para las policías locales comenzará con una llamada de emergencia a un coche patrulla desde una de las cinco estructuras con forma de edificio montadas allí. Dentro, un compañero hará las veces de secuestrador y otro de rehén.
Un instructor explicará a los agentes dónde aparcar el vehículo, cómo localizar rápidamente el edificio, elegir la mejor manera de acceder a él y cómo enfrentarse, con una fuerza proporcionada, al agresor sin que la víctima sufra ningún rasguño.
A falta de los últimos retoques, la 'ciudad del tiro' abrirá sus puertas en el plazo de un mes, y sus promotores esperan que, en el plazo de un año, lo visiten al menos 35.000 personas.
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