Los dos procesados están acusados de matar a uno de los vigilantes del club de alterne e intentar acabar con la vida del otro
La Sección Primera de la Audiencia Provincial acogerá el próximo jueves día 18, el juicio contra dos hombres que se sientan en el banquillo acusados de un delito de homicidio, otro de homicidio intentado y un tercero de allanamiento de local abierto al público, por los que se enfrentan a 24 años y 8 meses de prisión y 30 años de alejamiento.
Además el fiscal también solicita que indemnicen de forma conjunta y solidaria a sus víctimas, con un total de 141.270 euros.
Los hechos por los que serán juzgados, según el escrito del fiscal, se remontan a las 3:12 horas del sábado 5 de julio de 2008, cuando el acusado F.F.F. de 26 años de edad y su tío, el también acusado F.F.F., de 38 años en esa fecha, se desplazaron al Club de alterne Changó, situado en el punto kilométrico 347,800 de la N-322.
Un cuchillo
Ya en el local se sentaron en una barra ovalada, ubicada en el centro del mismo, donde en todo momento mantuvieron una actitud grosera e intimidante, monopolizando a los camareros y diciéndoles que no querían que nadie se acercara a ellos. Sin embargo, poco después, llegaron otros dos clientes, de ignorada identidad, que se pusieron al lado de los acusados. Al poco tiempo, surgió una discusión entre los dos acusados y los dos recién llegados.
Al enterarse de la pelea, los tres vigilantes de seguridad, I.G.M., A.I.D. y G.C., entraron en la sala, consiguiendo los dos primeros separar al mayor de los acusados, del otro individuo con el que se estaba peleando en el suelo.
Mientras G.C. echaba del local al sobrino, su tío se liberó, sacando del bolsillo trasero de sus bermudas un cuchillo con el que persiguió al desconocido cliente, quien tras dar dos vueltas alrededor de la barra y coger a una camarera, lanzándosela a su perseguidor, para escudarse de él, consiguió huir de la sala y salir del establecimiento por su puerta lateral, siguiendo las indicaciones de I.M.G., que intentaba en vano calmar al mayor de los acusados.
En ese momento, preguntó en voz alta donde estaba su sobrino diciendo a I.G.M. «vete a tu país extranjero de mierda, venís todos para acá y no sois nada, aquí mandamos nosotros», añadiendo «yo a ti te mato», rompiendo luego varios vasos, cortándose con uno en la mano.
Mientras tanto, G.C., que estaba desalojando al sobrino del interior, consiguió sacarlo fuera del hall, manteniendo con él, durante tres minutos, un intermitente forcejeo, ya que en dos ocasiones el portero consiguió cerrar la puerta del establecimiento para vedarle el paso y otras tantas la abrió el acusado con la pretensión de entrar. Tras la segunda expulsión, el acusado, aprovechándose de que G.C. dejaba la portería, abrió la puerta y pasó detrás de él.
Un hacha
A las 3:46, los vigilantes consiguieron expulsar a ambos. Entonces el menor de los acusados, al darse cuenta de que no llevaba las llaves de su coche, aprovechó un hueco dejado por los vigilantes y su tío, al que estaban curando sus heridas, regresó al interior cogió sus llaves y fue a su coche, donde cogió un hacha, con una hoja de 10 cm.
Al regresar a la puerta y tras gritar a I.G.M. y a G.C. que «se iban a enterar y aprovechando que su tío estaba entre los dos, lanzó su hacha contra la cabeza de I.G.M. Después su tío sacó su cuchillo y ambos se colocaron frente a los vigilantes y se lanzaron, cada uno con su arma, contra ellos, con intención de matarlos. Así mientras el tío acuchillaba a G.C., el sobrino le daba hachazos a I.G.M.
Cuando I.G.M. le quitó el hacha al más joven de los acusados, tirándole el mostrador, ambos acusados salieron del hall y retrocedieron manteniendo una actitud desafiante con I.G.M., al cual no dejaron de retar, mientras se encaminaban al aparcamiento. Tras subirse tranquilamente en el coche, ambos abandonaron el recinto a las 3:50 horas.
De esta forma, acababan con la vida de G.C. de 38 años y natural de Hungría, que convivía en España con su pareja, desde hacía 14 años.
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