IBIZA | N. G. G. Un joven británico de 26 años juzgado por ofrecer drogas al responsable de la seguridad de la discoteca Space negó ayer haberse dirigido al trabajador y añadió que las pastillas que llevaba encima las acababa de encontrar tiradas en el suelo.
J. B. fue juzgado ayer por la Sección Primera de la Audiencia por un delito contra la salud pública por el que la fiscal le pide cinco años de cárcel. Junto a él debía ser procesado otro joven británico que no acudió a la vista; aunque la fiscal pidió la suspensión, el tribunal la rechazó pues ya se había aplazado antes y J. B. se había trasladado desde el Reino Unido expresamente.
El acusado relató que el 17 de agosto de 2009 el otro imputado y él estaban en Space cuando se percató de que había algo en el suelo. Al cogerlo, vio que era una bolsa de plástico que contenía pastillas. «No sé lo que eran, me lo encontré en el suelo, no tenía ni idea de su composición», indicó sobre la sustancia, que resultó ser bencilpiperazina.
«Entonces se acercó un vigilante y me agarró, me sacó de la discoteca, me pidió que lo acompañara a la parte superior y allí yo mismo le entregué las pastillas», declaró el joven, que añadió que otro empleado cogió a su amigo.
Sin embargo, el responsable de la seguridad del local explicó que estaba recorriendo la discoteca cuando los dos jóvenes británicos se le acercaron y uno le preguntó al oído si quería pastillas. «Les dije que no, que no quería saber nada y me marché. Entonces les dije a mis chicos que fueran a buscarles y les llevaran a una sala contigua. Allí les indiqué que sacaran lo que llevaban en los bolsillos y ellos lo hicieron voluntariamente», indicó el trabajador. Las pastillas, según su testimonio, se quedaron sobre una mesa hasta que llegó la Guardia Civil.
El letrado de J. B. pidió su absolución. Consideró «raro» que se dirigieran precisamente al trabajador para ofrecer droga cuando no cumple el perfil de joven británico asiduo a la discoteca y resaltó que según la declaración del empleado no le enseñaron drogas ni hablaron de dinero, con lo que no habría venta. En caso de condena, pidió que se le impusiera solo un año de cárcel pues la sustancia no causa grave daño.
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