Dos jóvenes de 20 y 22 años, de origen magrebí, fueron detenidos la noche del pasado lunes después de que agredieran sexualmente y golpearan a una chica en el andén de la estación del metro del Casco Viejo. Los dos arrestados también pegaron al vigilante que fue testigo de la primera agresión y salió a defender a la víctima, según informó ayer el Departamento de Interior.
Los hechos ocurrieron alrededor de las diez y media de la noche en la parada de la plaza de Unamuno. «Poco antes habían estado en la plazuela unos jóvenes jugando, igual fue alguno de ellos», apuntaba ayer la dueña de un bar, que justo cierra a las diez de la noche.
Los dos asaltantes abordaron a la víctima cuando esperaba al siguiente metro. La rodearon y la golpearon sin mediar palabra, señala la nota de prensa de Interior. Entonces, empezaron a someterla a tocamientos por los pechos y las nalgas. Un vigilante de seguridad de la empresa Prosegur, encargada de algunas estaciones, observó la escena y corrió a socorrer a la chica, mientras pedía refuerzos a sus compañeros por la emisora. Salvo en algunas paradas consideradas especialmente conflictivas, en las estaciones sólo hay un guardia de seguridad, según indicaron fuentes del sector.
Violentos y alterados
Cuando llegó al lugar una patrulla de la Ertzaintza, los vigilantes privados mantenían retenidos a los agresores, que mostraban una actitud violenta y se encontraban muy alterados. Los agentes solicitaron dos ambulancias, una para la muchacha agredida, que había recibido patadas y puñetazos, y otra para el guarda, que presentaba una lesión en el brazo fruto del forcejeo con los dos jóvenes. El trabajador fue trasladado a una mutua. Los ertzainas procedieron a la detención de los dos presuntos agresores, que serán puestos a disposición judicial en las próximas horas.
La asociación de vecinos del Casco Viejo, Bihotzean, denunció en el consejo de distrito celebrado la semana pasada el aumento de robos violentos en el barrio en los últimos tiempos. Un portavoz vecinal, Javier Rodríguez, atribuía el aumento de la delincuencia «a un grupo duro de jóvenes magrebíes que se juntan en la plaza de Unamuno y campan a sus anchas». En ese punto existe un dispositivo especial de la guardia urbana los fines de semana. Los residentes reclaman mayor presencia policial todos los días de la semana.
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