Más de medio centenar de trabajadores de la seguridad privada se concentró ayer frente a la FER para forzar un cambio en la patrona
Más de medio centenar de trabajadores de la seguridad privada se manifestó ayer en la Plaza del Mercado, frente de la sede de la Federación de Empresarios, para pedir mejoras salariales en un momento en el que las negociaciones del convenio colectivo del sector «están rotas», señaló el responsable del área en FES-UGT, José Ignacio Gortaritarte.
En toda España se reprodujeron estas concentraciones en contra de la postura de la patronal, que quiere «que volvamos a los sueldos de 2004», denunció. En el país existen unos 100.000 empleados de la seguridad privada y en La Rioja son casi 500. En concreto, los empresarios ofrecen un convenio de cuatro años en los que los dos primeros se congelaría el sueldo y los dos últimos se incrementaría el IPC.
Los trabajadores se oponen a esta oferta porque «queremos mantener nuestro poder adquisitivo». Se basan en varias razones para mantener que su postura, la de subir los salarios dos puntos por encima del IPC, «no es algo descabellado». En primer lugar, indican que este aumento supondría ochenta euros más al mes, una cantidad que «no pone en peligro los puestos del sector y que tampoco arruinaría a las empresas de seguridad».
Además, aseguran que la crisis económica no ha tenido apenas repercusión en el sector y que, incluso, las empresas «han subido las tarifas anuales a sus clientes entre un 5 y un 10%».
Todo ello se une a que el sueldo base de los empleados de seguridad es de 849 euros al mes, por lo que «para poder llevar un sueldo decente a casa tenemos que trabajar una gran cantidad de horas; hay compañeros que están de 12 a 13 o incluso 14 horas de lunes a domingo».
Por último, exigen una equiparación del plus de peligrosidad, compensaciones por penosidad, mantener las ayudas a hijos discapacitados y mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar.
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