Los profesionales de Sicur afrontan en Ifema el último día de esta edición con buenas expectativas pese a la actual situación que vive el sector.
Uno de los mercados más afectados es el de la seguridad privada, ya que se trata de un negocio que camina parejo a la coyuntura económica del país y que como en cualquier otro área productiva su dinámica se ha resentido durante el año pasado. Por eso, su recuperación se prevé en la medida que lo haga la actividad económica de nuestro país, ya que la protección de bienes y personas es uno de los valores que ayuda a consolidar la efectividad y confianza del sistema.
En opinión de la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser), uno de los retos que el sector debe plantearse en un futuro inmediato es el de continuar por la senda de la especialización de los servicios, ofreciendo soluciones personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada cliente.
Frente a la carencia de personal que Aproser, cifrada en unas 20.000 personas hace unos meses, el descenso de demanda, unido al retorno de vigilantes de seguridad al sector y el incremento del volumen de candidatos habilitados, ha derivado en una muy superior disponibilidad de mano de obra, haciendo que uno de los objetivos prioritarios del sector sea mantener los cerca de 100.000 puestos de trabajo actuales.
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