Los dueños de los bares crean una asociación para mejorar la imagen de la zona, «deteriorada por la droga»
«Queremos mejorar la imagen de la calle El Rosal, muy deteriorada por ser zona de movida de la juventud y por los problemas de drogas». Con este claro objetivo, los dueños de los 13 bares han creado la Asociación de Hosteleros y Empresarios El Rosal, que ya ha depositado los estatutos en la Consejería de Industria y Empleo y espera celebrar la primera reunión en breve.
Su presidente, Carlos Cespón, anticipó ayer que «nuestra intención es trabajar con la Policía y con el Ayuntamiento, y poner seguridad privada en la calle». De esta forma intentarán salir de la «presión» que sufren los hosteleros en esta zona de movida: «Tenemos inspecciones por parte de la Policía cada quince días y nos están multando por tonterías». Es importante que los agentes «vean que estamos con ellos» porque, actualmente, las fuerzas de seguridad «nos culpan de lo que sucede a los bares, creen que promocionamos la mala imagen de la calle». Y, según subraya Cespón, «no es así». «El 90% de los locales tenemos carteles colgados con la prohibición de consumir estupefacientes, y si vemos a alguien fumando porros, lo echamos».
«El problema está en la calle», de ahí el interés por contratar seguridad privada y colaborar con la Policía. «Tienen que saber que estamos con ellos, no contra ellos», incidió el presidente del colectivo, quien apuesta por trabajar todos en una misma dirección. En este sentido, puso como ejemplo que cuando «echamos a menores de los bares, éstos llaman a la Policía y los agentes, luego, nos dicen que no podemos echarles porque esto es un servicio público».
Cespón dirige su local desde hace seis años y «desde el primer día tengo problemas». La creación de la asociación es ya una necesidad. En el mes de abril sus representantes, entre los que se encuentran Pablo Blanco y Pablo Fernández, programarán reuniones con responsables del Ayuntamiento y de la Policía Local para acabar de una vez por todas con «la mala imagen de El Rosal», una zona que siempre ha sido un referente para los jóvenes. «La Fontana y La Maniega llevan veinticinco años», y aunque el Consistorio «nos quite la música, la juventud sigue viniendo por aquí». Hay, dice, que buscar otro tipo de soluciones.
Arrestos
Desde que comienza la tarde, sobre todo del fin de semana, es normal ver a agentes de la Policía Local por la zona de El Rosal y Cabo Noval, y en ocasiones pillan in fraganti a los jóvenes con droga. La Nacional, también. El pasado octubre, por ejemplo, la jefatura superior detuvo a un joven de 22 años esnifando a las puertas de un bar. Con la contratación de seguridad privada, los hosteleros quieren poner punto y final «al problema de drogas» y que El Rosal vuelva a ser un zona de movida juvenil con buena fama.
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