Además de por el exhaustivo control de los barcos de Gran Sol, del personal del servicio de inspección pesquera también se habló ayer en la comarca por un incidente que algunas fuentes vinculan con su trabajo, aunque otras apuntan que podría guardar relación. Lo que sí está confirmado es que, alrededor de las cinco de la madrugada, cuando se disponían a partir hacia los puertos, los vigilantes no pudieron porque las cuatro ruedas de su coche estaban pinchadas.
Como en otras ocasiones, los inspectores pernoctaron en un conocido establecimiento hotelero de Viveiro. Su vehículo quedó estacionado en el aparcamiento exterior. Agujeros provocados por un objeto punzante inutilizaron las cuatro ruedas del automóvil oficial con el que desplazan, con lo cual no pudieron iniciar su trabajo cuando tenían previsto, aunque sí más tarde.
Antes denunciaron lo ocurrido a las autoridades, quienes abrieron una investigación para intentar averiguar quién o quiénes podrían haber sido los autores de lo que se considera un sabotaje al coche de los inspectores pesqueros. Las diferentes fuentes consultadas apuntaron que una cámara de seguridad del establecimiento hostelero podría haber grabado la escena, aunque aseguraron que no había sido posible identificar a nadie.
Profesionales de la pesca declararon que les gustaría que se aclarase quién fue, para concretar responsabilidades.
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