Pincha el primer carnaval brasileño en el Fòrum

El alto alquiler del recinto y el precio de las entradas impiden una asistencia masiva
BARCELONA

Se esperaba una celebración multitudinaria con la asistencia de 15.000 personas entre el viernes y el sábado, pero terminó convertida en una fiesta divertida con caipirinhas y música de Salvador de Bahía, pero con una afluencia de público más bien modesta.
El primer carnaval brasileño de verano inventado por un grupo de empresarios brasileños y españoles, Carnacelona, que prevé celebrar nueve ediciones más, no pudo cumplir las altas expectativas generadas por sus organizadores y por el ayuntamiento.
Los cánones de la empresa municipal que gestiona el Fòrum, B:SM incluyeron el 15% de las entradas a los productores por concepto de alquiler del recinto y gastos adicionales de agua y limpieza, un coste demasiado elevado, según la opinión de los empresarios.
El resultado es que los organizadores tuvieron que aumentar el precio de sus entradas y fijaron en 30 euros los boletos sencillos y 75 los vip (que incluían tres bebidas). La cerveza tampoco era una ganga: cinco euros por lata, que algunos asistentes combatieron con un potente botellón antes de entrar.
Las consecuencias de la presión recaudatoria no se hicieron esperar: pese a contar con dos bandas famosas y reconocidas en Brasil como Asa de Águia y Banda Eva, la celebración quedó medio vacía.
Los productores del espectáculo avanzaron el viernes a este diario que buscan nuevas ubicaciones, ya que los altos costos impuestos por el Fòrum hacen inviable la continuidad de la celebración en ese recinto.

REVENTA DE INVITACIONES/ La carestía de los boletos se reflejaba la madrugada y la noche del sábado en la entrada del Fòrum, donde cientos de jóvenes aguardaban mientras hacían botellón alguna entrada rebajada o alguna invitación sobrante para entrar. «Si podemos conseguir alguna entrada más barata, pasaremos. Ayer una amiga consiguió que le vendieran una invitación por 10 euros. Pero no pensamos pagar 30 euros. Somos estudiantes y no podemos gastar tanto dinero», explicaba Alexandra Marín, de 23 años, apostada con un grupo de amigas ayer por la tarde en la explanada del Fòrum.
La noche del viernes discurrió bastante animada pese a la asistencia modesta, y los brasileños demostraron que no necesitan grandes aglomeraciones para divertirse. Los jóvenes brincaban igual ante los ritmos de Salvador de Bahía o la música tecno de los pinchadiscos.
Ayer por la tarde los organizadores tenían puestas sus esperanzas en que el final de la noche terminara por recomponer la recaudación.
La poca afluencia hizo innecesario el enorme despliegue de la seguridad privada y Guardia Urbana, y de los vigilantes en la estación de metro del Fòrum, que trabajaban por evitar que la muchedumbre entrara al andén sin pagar.