Las autoridades de protección de datos del Estado de Hesse han solicitado a la fiscalía que investigue si Deutsche Bank violó la ley, dados los indicios de que la entidad espió a consejeros, directivos y accionistas de la entidad por medio de detectives privados contratados al efecto. El banco inició hace dos meses una investigación interna sobre su propio departamento de seguridad, pero ahora la fiscalía deberá indagar si puede haber una conducta criminal.
Los indicios apuntan a que entre las personas que han sido objeto de espionaje se encuentra un representante de los trabajadores en el consejo supervisor del banco -del que al parecer se sospechaba que filtraba los resultados-, un accionista incómodo para la entidad -que planteó cuestiones incómodas en la junta- y uno de sus propios altos directivos.
El banco se excusó hace unas semanas y despidió a su jefe de seguridad en Alemania y a su responsable de relaciones con los inversores.
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