jueves, 23 de julio de 2009

Coto en la Catedral para no interferir en el culto y evitar aglomeraciones


Guardias jurados se apostan en las entradas para impedir el paso cuando está a tope la Misa del Peregrino ·· Un estudio limita el aforo idóneo a solo mil personas, cifra que se triplica a las 12 de la mañana ·· La Iglesia critica la "escasa educación" de los que no respetan la solemnidad del acto

En horas punta la Catedral de Santiago está tan masificada que el espacio disponible por visitante es más limitado que en una manifestación, al no llegar ni al metro cuadrado. Ésta fue una de las conclusiones de un estudio elaborado el pasado mes de marzo por la USC y la Complutense, que advertía de la necesidad de limitar el aforo en la Basílica a mil personas. Hasta ahora, la Iglesia no había tomado medidas, pero debido a la avalancha de peregrinos y turistas, que se ha agudizado este mes, ha puesto a guardias jurados en las distintas entradas del recinto para que impidan la entrada de visitantes cuando el recinto está a tope. En principio, la restricción se hace por la mañana, en concreto, antes de las doce, hora de comienzo de la Misa del Peregrino.

Esto fue lo que se encontró hace unos días un padre que acudió con su hija a la Misa del Peregrino pasadas las doce de la mañana. Un guardia jurado le indicó la imposibilidad de entrar hasta que acabase la celebración eucarística. Y es que la masificación de la Catedral en las últimas semanas se ha convertido en algo cotidiano cuando aún faltan cinco meses para el próximo Año Santo de 2010, época en la que se espera la llegada de millones de visitantes a la ciudad del Apóstol.

Fuentes de la Catedral reconocieron ayer a este periódico que "llevamos prácticamente todo este mes restringiendo la entrada de personas cuando se celebra la Misa del Peregrino. Cuando el recinto está lleno, ya no se permite entrar al recinto, una para evitar aglomeraciones y también con el fin de que no se interfiera en el culto".

En este sentido, José Fernández Lago, canónigo lectoral, asegura que esta medida "es la adecuada, ya que no es la primera vez que estoy celebrando una misa y los comentarios en voz alta de grupos de personas que, digamos o no son muy educadas o no tienen el sentido religioso de respeto al culto que deberían tener, no sólo molestan al que celebra la misa, sino que es una falta de respeto para los fieles".

Aunque se valoró la posibilidad de cerrar las puertas al comienzo de la Misa del Peregrino, se desechó esta idea "ya que si hace calor, y por la masifiación, se pueden producir desmayos. De hecho, aún con el recinto abierto no es extraño que se produzca algún desvanecimiento", comentaron fuentes de la Basílica compostelana.

2,5 millones de visitas

El pasado mes de marzo, la Xunta de Galicia encargó a un equipo constituido por representantes de la Universidade de Santiago y la Complutense con el fin de evaluar la capacidad de acogida de la Catedral de Santiago y, a partir de ahí, buscar alternativas para frenar la saturación en el recinto. El codirector del estudio, el catedrático de Geografía Humana de la la institución académica madrileña, el profesor Miguel Ángel Troitiño, aclaró a este diario que "no se trata de restringir el acceso, sino de redistribuir mejor los visitantes en las distintas horas del día".

El equipo estimó que el volumen de visitas por curso (no jubilar) se sitúa en torno a los 2,5 millones. Cifra que, según el profesor Troitiño, plantea "un conflicto entre la función religiosa y la función cultural", tras la realización de dos mil encuestas.
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LAS CLAVES

Más de 23.000 personas en un día

·· Según el estudio realizado por la USC y la Complutense de Madrid, en las jornadas de mayor concurrencia en la Catedral compostelana pueden acceder al templo más de 23.000 personas. Y la masificación, generalmente, se concentra entre las 11 y las 14 horas. Cuando se llega a esas costas el espacio para cada visitante es de menos de un metro cuadrado.

La polémica por el uso de A Quintana

·· Una de las controversias sobre los usos de la Catedral , al enfrentarse el sentido religioso con el cultural o turístico, saltó en mayo, cuando el deán del Cabildo, José María Díaz, señaló que la Praza da A Quintana debería reservarse sólo para usos religiosos, evitando celebraciones que desvirtúen el carácter espiritual de la zona .
EL PROTAGONISTA

José Fernández Lago Canónigo lectoral

"En un pleno en Raxoi tampoco hay entrada libre"

"No hay más remedio que restringir el acceso a la Catedral, sobre todo cuando hay una mayor masificación de gente, como ocurre en la Misa del Peregrino", manifestó José Fernández Lago, canónigo lectoral, que añadió que "no debería concebirse como algo negativo, ya que hay que poner por encima el respeto al culto y a los fieles que acuden a escuchar misa". En este sentido, Fernández Lago puso como ejemplo los plenos municipales donde "no hay entrada ibre. A los que oficiamos la misa tampoco nos parece oportuno que se nos moleste en un momento que es de recogimiento, de silencio".Un silencio que asegura que no se respeta en muchas ocasiones dentro de la Catedral, sobre todo en ocasiones puntuales, como cuando se pone en funcionamiento el Botafumeiro. "La cantidad de comentarios en voz alta que se escuchan es a veces ensordecedor, y no es un lugar para pasear y conversar en voz alta", se queja. También censura el ruido que procede de los aledaños de la Basílica, como la Praza das Praterías "donde a veces se ponen a tocar instrumentos o se forman grupos de turistas que se ponen a vociferar... Esa falta de respeto no se da en lugares de peregrinación como Fátima o Lourdes", asegura el canónigo lectoral .

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