En el Festival del Oeste hay mucho más que música. El recinto hípico se convierte durante este fin de semana en el escenario de trabajo para policías, conductores de autobuses o efectivos sanitarios.
Cruz Roja tiene instalado su puesto a la entrada del recinto. Rafael Núñez está al frente de todo el dispositivo sanitario. Hay dos ambulancias, un enfermero durante las 24 horas y 20 auxiliares sanitarios. De momento, apunta el trabajador de Cruz Roja, han atendido a jóvenes para curarles pequeñas heridas y para tratarles las quemaduras en la piel provocadas por el sol. Y también socorrieron el jueves por la noche a un asistente por intoxicación etílica.
«Es aconsejable cubrirse la cabeza, echarse protección solar, ponerse a la sombra y beber mucha agua», aconseja Rafael Núnez.
El dispositivo de seguridad está integrado por unos 200 efectivos, según los datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Cáceres. Hay una unidad de intervención policial, procedente de Sevilla, integrada por 50 agentes. Además, 12 policías nacionales se encargan de garantizar la seguridad en la zona en tres turnos. Otros 15 agentes municipales controlan los accesos al Ferial y regulan el tráfico. Y, además, el dispositivo se complementa con la seguridad privada. Se han contratado 96 vigilantes para los tres días de festival.
Aquellos que no dispongan de vehículo propio, pueden trasladarse hasta el recinto hípico en autobús. Hoy, hasta las cinco de la tarde, la línea que llega al Ferial es la 4, que pasa por Múltiples y también tiene parada en la avenida de Alemania. Y a partir de las 17.00 horas, se pondrá en marcha un servicio especial de autobuses, que irán directamente al Ferial. Los vehículos salen de la Plaza de América. También habrá buses el domingo por la mañana para regresar.
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