lunes, 13 de abril de 2009

"Los policías de Barañáin están acomodados"


- Baraja renunciar al cargo al que accedió en mayo porque no cree que se pueda desarrollar su filosofía de trabajo y los objetivos que se marcó para acercar y modernizar el cuerpo.
- "Encontré una policía acomodada y una plantilla deteriorada y desmotivada"
- "La falta de medios humanos y materiales es importante y se han destinado dentro de lo posible, pero no se puede conseguir todo"
- "Como veo que hay otras perturbaciones políticas y no técnicas me planteo irme. Yo me guío por mi ética y lealtades"
Emilio Jiménez Román (Sevilla, 1956) baraja dejar la jefatura de la policía local de Barañáin antes de que se cumpla el año de su nombramiento por parte de José Antonio Mendive. Hace algo más de un mes, 18 de los 20 agentes pidieron al edil su cese y denunciaron su gestión y las formas introducidas en este cuerpo. Él, sin embargo, desvincula su decisión de esta petición y hasta les incluye en la lista de agradecimientos por los cerca de once meses de trabajo.
Aún así, reconoce que se marcharía "por lealtad" al proyecto y a la filosofía que decidió implantar hace un año de acuerdo con el alcalde y que, según reconoce, ahora no se puede aplicar. Al frente de veinte agentes y cabos, los describe "acomodados" y "como una plantilla muy deteriorada y desmotivada". La policía local surgió con 14 números. Han bajado de 23 a 20 y ahora se ha iniciado el proceso para contratar a otros tres agentes. Sus componentes trabajan 1.457 horas al año.

Cuando llegó al cargo anunció que quería modernizar la policía y acercarla a los vecinos.

Lo primero que buscaba era hacer una policía más cercana al ciudadano, que fuera más profesional y con una estructura más modernizada. Para acercarla intento que se vaya en moto o a pie y no sólo en los vehículos, que se esté en los patios de los colegios o en los establecimientos y que se den unas mínimas normas de seguridad. Que sea preventiva y cercana al ciudadano. Sobre la profesionalidad, para ser garante de derechos y libertades, los policías deben de realizar sus funciones y no las que hacían los alguaciles hace veinte años.

¿Y la organización?

Planteé, como dice la ley, que fuera jerarquizada, con grados que tienen que respetarse. Es cierto que subordinación y disciplina parecen obsoletos, pero en toda empresa deben darse. Aquí se planteó un organigrama vertical, con grupos de trabajo que actuasen de modo colegiado. Era la forma de ser más eficaz y de controlar mejor el servicio.

¿Qué encontró que le llevó a tomar estas medidas?

Una estructura diferente, que veía que no era eficaz. Era lo que había, aunque también hay excepciones. Era una policía muy acomodada, con un perfil relativamente mayor y también muy deteriorada. Con funciones a veces de alguacil. Y está muy bien ayudar en lo que se pueda, pero las funciones de la policía son las que son. Además, los sindicatos están muy consolidados y fuertes. En definitiva, que están desilusionados y con poca motivación porque tienen pocas posibilidades de prosperar. Además, gran parte de los expedientes del Ayuntamiento pasan por la policía y los recursos del jefe se vuelcan en asuntos que no son de policía. Algunos hemos intentado externalizar pero alguna concejal se niega y dice que son fáciles.

Sus hombres denuncian que no se dan los cursos adecuados.

Han dicho que no se invierte pero todos han podido hacer cursos, empezando por el de socorrismo. Si algo hay es formación, lo que no se puede es compensar y pagar todo. Hasta por jugar a futbito han querido que se les compensen las horas y es obvio que no se puede cuando hay poco personal y encima se reduce.

¿Qué ha hecho para evitar estas cosas?

Potenciar la Policía Municipal dentro de las posibilidades del Ayuntamiento. He acudido a ver qué tipo de policía quieren en el Ayuntamiento. Para tener una policía moderna hacen falta medios y se han destinado dentro de lo posible. Además de la reorganización y de los grupos de trabajo, se han puesto normas y se activan ordenanzas, como la de animales, que estaba desde 2005 y no se aplicaba. También normas par representantes sindicales. No he querido conculcar derechos, pero sí regularizarlo para cubrir las necesidades del servicio. Se iba adecuando todo poco a poco.

Los problemas, como tantas cosas en Barañáin, parece que se centran en la escasez de medios y eso hace la solución más difícil.

Hacen falta medios humanos, materiales y organización. Falta inversión y entiendo que ayuntamiento está como está y no sé si hace esfuerzos adecuados. Creo que sí, porque ha habido mejoras en vestuario, un vehículo, se preparan tres policías más y nuevos auxiliares, con problemas pero yo no soy el director de recursos humanos...

Su formación, su origen militar, también ha generado controversia.

Tengo formación militar y estoy orgulloso, pero también llevo trece años fuera y conozco empresas públicas y privadas. Soy licenciado en derecho, director de seguridad privada. El perfil no es militar, pero no me avergüenzo.

A pesar de que está orgulloso de su trabajo se plantea dimitir. ¿por qué lo haría?

El programa, objetivos y filosofía de trabajo que pacté con el alcalde creo que está cambiando. Yo soy técnico y no político y sin valorar temas políticos, quiero ser fiel y leal a mis compromisos éticos. Como veo que hay otras perturbaciones más bien políticas y no técnicas me guío por mi ética y mis lealtades. Y les deseo lo mejor y que se pueda modernizar y tener medios.

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