Los vecinos ratificaron la decisión en asamblea, aunque los trámites de contratación serán algo complicados al tratarse de calles de titularidad pública A pesar de que los asaltos han parado, los residentes «tienen mucho miedo»
a asamblea que reunió el pasado miércoles a un nutrido grupo de vecinos de Montealto dio sus frutos, ya que entre otras cosas la comunidad de residentes decidió de forma unánime contratar a una empresa de seguridad privada para que vigile sus calles. Es bien sabido que desde hace algún tiempo la preocupación ha mermado los ánimos de estos ciudadanos, que han padecido varios asaltos en sus domicilios, algunos de especial trascendencia.
Hace dos meses, la asociación vecinal amenazaba con organizar una manifestación en demanda de una mayor presencia policial, pero ahora parece que los perjudicados han optado por solucionar ellos mismos el problema y recurrir a profesionales del sector. Así lo confirmó ayer el presidente del colectivo, Juan Manuel Pardo, resaltando la participación y la implicación de todos los afectados, que mostraron durante la asamblea su respaldo total a la propuesta de la junta directiva en esta materia.
No obstante, y a diferencia de hace tan sólo unas semanas, Pardo quiso expresar su satisfacción por la respuesta municipal, ya que tanto los dos Cuerpos de Policía como la Delegación de Seguridad han dado el visto bueno a que se contrate a una compañía privada, a pesar de tratarse de un espacio público. «Al ser una zona pública, los trámites son algo más complicados, porque necesitamos entre otros la autorización de la Subdelegación del Gobierno. Por lo menos, ya tenemos informes favorables del Ayuntamiento y de la Policía Nacional y Local».
En cuanto a la presencia de los agentes, el presidente vecinal reconoció que las primeras protestas de forma pública han dado sus resultados, puesto que los residentes vienen percibiendo desde entonces que los coches-patrulla vigilan sus calles con una asiduidad mucho mayor. A pesar de ello, los vecinos «siguen teniendo mucho miedo, porque han ocurrido cosas muy gordas».
En cuanto al servicio de seguridad, consistirá fundamentalmente en una serie de vehículos conducidos por guardas que supervisarán toda la zona de forma continua, pero sin la instalación de cámaras, como contemplaba la asociación en un principio. Además de esta vigilancia colectiva, cada domicilio podrá disponer de una alarma particular o cualquier otro elemento de características similares, si así los propietarios lo consideran oportuno.
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