El portavoz del grupo de profesores críticos con el proceso de Bolonia de la Universidad de Alicante, Víctor Alonso, se mostró convencido de que el rechazo a este plan aumentará notablemente entre el profesorado universitario cuando éste tome conciencia de las "restricciones" que introduce el proceso de Bolonia.
ALICANTE, 28 (EUROPA PRESS)
En una rueda de prensa realizada hoy en la Sede de la Universidad de Alicante, los miembros de la Asamblea calificaron el proceso de Bolonia como "un cambio de rumbo trágico respecto a lo que había sido la carta magna de universidades realizada en el año 1988, que sí abogaba por un compromiso humanista, científico, el diálogo, por el conocimiento crítico".
"Con el proceso de Bolonia se habla de la movilidad, la homologación de los títulos, pero la palabra competitividad inunda el sentido que se quiere dar a las reformas posteriores", subrayó Víctor Alonso.
Tras la constitución el pasado 25 de abril en Madrid de la Coordinadora de Asambleas de Personal Docente y de Investigación (PDI) y Personal de Administración y Servicios (PAS), los representantes de este movimiento en la Universidad de Alicante anunciaron la próxima convocatoria de una reunión el próximo 7 de mayo en la Facultad de Derecho para explicar las repercusiones del proceso de Bolonia al personal de esta institución académica.
En la reunión celebrada en Madrid, recordaron que los convocantes firmaron la llamada 'Declaración del Ateneo' que llama a la paralización del llamado 'proceso de Bolonia'.
La Declaración del Ateneo recoge que "lo que en España se conoce como Plan Bolonia, y se presenta machaconamente como una mera intervención burocrática y técnica para facilitar la homologación del títulos y la movilidad académica, es, en realidad, un cambio radical del modelo de la Universidad en Europa".
Este cambio, según el mismo texto, sigue las orientaciones de la Agenda adoptada por la Unión Europea mediante el Tratado de Lisboa, cuya lógica "ha sumergido a Europa en una verdadera catástrofe económica, social y política".
Al respecto, Víctor Alonso recordó que el proceso de Bolonia se basa en una serie de informes, que "tienen en común que parten de los diagnósticos neoliberales tan en auge en aquella época (el año 2000), que hoy se está viendo a dónde nos han llevado en la crisis actual".
Por ello, la Asamblea de PDI y PAS de la Universidad de Alicante rechazó hoy tajantemente "que los mismos diagnósticos y las mismas recetas que han sumido a la economía española y mundial en este desastre, entren, con patente de corso, en la universidad".
La paralización del proceso de Bolonia debería pasar por el bloqueo de la implantación de los grados y másters; de la estrategia Universidad 2015; la actividad de la Aneca en todos sus planos; el borrador del estatuto del PDI; el borrador de la Nueva Ley de la Ciencia, y las órdenes ministeriales que atañen a las profesiones reguladas.
Además, abogó por acometer "una reforma profunda, pero antagónica a lo que significa Bolonia, cooperación en lugar de competitividad, democracia en lugar de oscurantismo, imposición y criminalización, excelencia científica y humanismo en lugar de calidad mercantil, e igualdad en vez de elitismo, trabajo estable digno y seguro, y no precariedad".
El profesorado de la Universidad de Alicante implicado en este movimiento contrario al proceso de Bolonia resaltó el carácter "antidemocrático" con el que se ha llevado a cabo, que ha impedido conocer hasta ahora el alcance de las medidas que introduce esta reforma.
Entre los principales aspectos a los que se opone la Coordinadora de Asambleas, destaca el carácter "eficientista, productivista y economicista" de esta reforma, "su concepto de calidad", la subida de las tasas de los alumnos, la entrada del capital privado y los daños al pensamiento crítico en la universidad que, a su parecer, supondrá la entrada de la empresa privada.
"Bolonia supone el empobrecimiento de las carreras", y va a generar "universidades de primera y de segunda", remarcó. Además, los trabajadores de la universidad también están "muy preocupados por el aumento de las figuras precarias y dependientes en la contratación", ven "alarmados cómo aumenta la contratación de seguridad privada en los campus y la criminalización de cualquier movimiento pacífico y crítico en la universidad
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