Tenía armas para nutrir un batallón pero esa no era su guerra. Según las sospechas de la policía, planeaba matar a su mujer, de la que estaba separado desde hace cuatro años. No soportaba la nueva relación que ella había iniciado con otro hombre. Este era, presuntamente, el objetivo de un ex vigilante de seguridad detenido por la Policía Nacional y acusado de malos tratos. En el garaje de su casa, los agentes han descubierto un arsenal de armas de guerra y abundante simbología nazi. El sospechoso ya ha ingresado en prisión.
El pasado miércoles, un domicilio de Burjassot estuvo a punto ser el escenario de una tragedia. El hombre, E. V. M., un español de 52 años sin antecedentes policiales, se presentó en la casa de su ex pareja. Llevaba una pistola perfectamente montada, con el cargador lleno y un cartucho en la recamara. Lista para matar. Tras una larga operación, la policía pudo reducirle.
Tres el arresto, la policía registró su chalé en Llíria. Allí encontraron un arsenal con decenas de armas y explosivos de guerra, además de simbología militar nazi y fascista. En la inspección intervinieron incluso agentes especializados en desactivación de explosivos.
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