sábado, 25 de abril de 2009

Hallan en una nave de Alcalá 13.000 móviles robados dentro de la operación Tifón



Más de dos millones y medio de mercancía robada recuperada y 21 robos esclarecidos. Ese es el saldo de la operación Tizón, llevada a cabo por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía, en la que han sido detenidos los diez presuntos miembros de un grupo especializado en el asalto a transportistas. Tienen entre 18 y 35 años, son de etnia gitana y cuentan con tal experiencia que incluso se subían en marcha a los camiones que robaban, ayudados por vehículos de alta gama y al estilo de la película ‘Too fast too furious’. En una de las naves registradas, ubicada en Alcalá, fueron hallados 13.000 teléfonos móviles y 900 impresoras, con un valor de más de un millón de euros.

Mientras uno de sus potentes vehículos se situaba delante del camión de su víctima y hacía frenar a su conductor, otro se colocaba en paralelo y, desde ahí, saltaban encima de su capó y le hacían parar a punta de pistola. Con esa espectacularidad actuaban presuntamente los diez detenidos en la operación Tizón, quizá inspirados en la película protagonizada por Vin Diesel. Uno de sus saqueos los realizaron a principios de año en la vecina localidad de Meco, donde, después de reducir al conductor, se llevaron su camión, en el que transportaba 13.000 móviles. Los teléfonos fueron hallados en una nave de Alcalá, donde la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía se incautó además de 900 impresoras de alta gama robadas en Guadalajara. En total, en Alcalá se halló un botín de más de un millón de euros.

En total, la mercancía recuperada por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía supera en valor los dos millones y medio de euros, procedente de 21 robos. La mercancía era almacenada, además de en la nave de Alcalá, en otra hallada en Fuenlabrada y en cinco trasteros de Móstoles. En los dos registros realizados también fueron halladas dos pistolas y una escopeta. Los detenidos no tenían una gran preparación, pero sí mucha experiencia. Los jóvenes contaban con un gran historial delictivo que había comenzado cuando aún eran menores de edad. Se conocían de cabo a rabo el Código Penal, porque lo habían incumplido casi por completo. Uno de los detenidos tiene antecedentes por haber realizado más de 20 alunizajes. La A-2, junto a la A-3 y la A-4, era una de sus zonas de trabajo favoritas. Ninguno contaba con domicilio fijo, pero la mayoría residía en el barrio madrileño de Villaverde.

De los diez detenidos, nueve se encargaban de realizar los saqueos, mientras que otro, el de más edad, conseguía colocarlos en el mercado de tres maneras: a través de una empresa ficticia en la que la mercancía robada se intercalaba con otra comprada, a través de una filial que dicha empresa tenía en Mauritania y poniéndolos a la venta en varias tiendas de electrodomésticos del cinturón sur de Madrid.

Las autoridades no descartan que los detenidos pudieran estar implicados en más delitos. Entre otras cosas porque, de haber atracado a algún transportista con origen en algún país del extranjero, es posible que la denuncia se hubiera realizado en su embajada. Las investigaciones de la operación Tizón comenzaron en diciembre del año pasado a raíz de un robo con violencia cometido en Pinto, donde, tras maniatar a un vigilante de seguridad, sustrajeron cerca de 2.800 terminales de telefonía móvil.

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