jueves, 30 de abril de 2009

Se queda toda la noche encerrada en el baño del cementerio y su familia la da por desaparecida


MÁLAGA
El vigilante encontró a la mujer, de 80 años, ayer por la mañana en los aseos de Parcemasa, donde permaneció atrapada desde la tarde del martes
¿Se imaginan cómo debe ser quedarse encerrado toda la noche en el cementerio? Sin duda, una experiencia aterradora para cualquiera. Aunque pueda parecer una pesadilla o un caso sacado de una película, ha ocurrido esta misma semana en Málaga. La protagonista es una mujer de unos 80 años a la que su familia creía desaparecida, pero que en realidad se había quedado atrapada en los aseos de la necrópolis del Parque Cementerio. La mujer fue hallada al día siguiente en buen estado.
Todo comenzó el pasado martes. La anciana salió de su casa sobre las cuatro de la tarde para ir a Parcemasa a velar por sus difuntos, como acostumbraba a hacer. Pero no volvió a la hora de siempre. Sus familiares, preocupados por la tardanza, empezaron a buscarla por todas partes ante la posibilidad de que hubiese desaparecido.
A las once de la noche, alarmados por la hora, avisaron a la policía. Una sobrina de la afectada alertó a los agentes de que su tía había salido a las cuatro de la tarde y aún no había vuelto. Aunque se avisó a todas las unidades, no hallaron ni rastro de ella. Horas más tarde, la familia telefoneó al control de seguridad del Parque Cementerio por si el vigilante la había visto allí.
Sorpresa
La familia siguió buscándola toda la noche sin éxito. Fue ayer por la mañana cuando se descubrió dónde había pasado la noche la desaparecida. A las 8.00 horas, el guarda hizo una ronda por la necrópolis ante la posibilidad de que la mujer se hubiese perdido. Al abrir el aseo de señoras, el vigilante encontró a la anciana, que se había quedado encerrada dentro del baño.
La mujer pasó más de doce horas atrapada en la necrópolis, que permanece cerrada desde las 18.30 hasta las 8.00 horas de la mañana siguiente. Fuentes de Parcemasa explicaron ayer que los vigilantes, por norma, suelen llamar a la puerta de los aseos por si queda alguien dentro, y a continuación cierran con llave tanto los baños como la puerta principal del cementerio.
Al encontrarla, el vigilante avisó inmediatamente a la familia, que se desplazó inmediatamente a Parcemasa para recogerla. La anciana se hallaba en buen estado. Pese a las horas que estuvo encerrada dentro de la necrópolis, la mujer no sufrió ningún tipo de crisis nerviosa. No obstante, fue atendida por el psicólogo de Parcemasa por si sufría alguna secuela tras el largo encierro, pero los resultados evidenciaron que no había sido así.

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