La Universitat afirma que fue una medida cautelar para evitar "otro tipo de acciones"
El jardín de la Facultad de Filosofía fue el lugar en el que ayer se celebró una concierto organizado por un grupo de estudiantes de este centro. Los jóvenes pertenecen al colectivo que rechaza la reforma de los planes de estudio, conocido como proceso de Bolonia. La finalidad "recaudar fondos para la causa", señalaron los convocantes.
Cuando se disponían a iniciar la programación musical, el rector de la Universitat dio orden de cerrar las instalaciones del recinto universitario. La medida fue, según los alumnos de la Asamblea de Blasco Ibáñez, "repentina, a pesar de que disponemos del permiso del decano de la Facultad para celebrar el concierto", señalaron en un comunicado.
También indicaron que las autoridades académicas "no lo tenían claro y han hecho un despliegue de vigilantes de seguridad en el campus, previa clausura de las clases y recintos, ya que se ha adelantado el cierre de las facultades y forzado el fin de las clases".
Según comentaron los jóvenes, la situación afectó a las facultades y a la Biblioteca de Humanidades.
El rectorado, sin embargo, negó estos extremos. Fuentes de la Universitat señalaron a LAS PROVINCIAS que no había más vigilancia de la habitual y que el cierre "afecta sólo a la Facultad de Filosofía para evitar que el concierto programado y autorizado pueda derivar en otro tipo de problemas y acciones".
Además, manifestaron que a esas horas "no suele haber clase, aunque los centros universitarios están abiertos hasta las nueve".
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