miércoles, 8 de abril de 2009

Cuatro jóvenes pagarán una multa de hasta 600 euros por romper una farola en el barrio del Val


La gamberrada de romper una farola en las inmediaciones del centro comercial El Val saldrá cara a cuatro jóvenes alcalaínos. Exactamente, estos presuntos vándalos se enfrentan a una sanción económica de hasta 600 euros, multa a la que habrá que sumar el valor de los destrozos ocasionados.
La llamada de un vigilante de seguridad del centro comercial permitió la detención de este grupo de gamberros que, según la ordenanza municipal, tendrán que pagar una buena suma por su incivismo. Según aseguran fuentes policiales, el guarda se encontraba en la zona del aparcamiento del complejo de ocio cuando observó que cuatro chicos cogían varias baldosas fracturadas del suelo y las utilizaban para romper el mobiliario urbano. Las farolas eran, aseguraba el vigilante en su llamada, los blancos de estos vándalos.
Cuando los agentes de la Policía Local de Alcalá llegaron al lugar, la buena puntería de los detenidos había conseguido fracturar una de las luminarias, según fuentes policiales. Al ser interrogados por los policías, ninguno quiso confesar los hechos por lo que los cuatro fueron sancionados por un acto de vandalismo.
Según la ordenanza municipal, el hecho del que se acusa a estos alcalaínos está tipificado como una infracción leve. Por ello, deben hacer frente a una multa de entre 90 y hasta 600 euros. A dicha sanción habría que sumar posteriormente el valor de los destrozos ocasionados, aseguran fuentes de la concejalía de Medio Ambiente.
Autobuses y contenedores
La Policía Local y el Ayuntamiento mantienen su particular cruzada contra el vandalismo. Si hace una semana eran dos menores los detenidos por arrojar piedras contra un autobús aparcado en la parada de la avenida de Guadalajara de Continental Auto, todavía se busca a los que hicieron lo mismo con dos vehículos de Autobuses de Alcalá en la calle Núñez de Guzmán y que provocaron destrozos valorados en más de 1.500 euros. Los responsables de esta empresa afirman que desde el verano pasado han sido víctima de más de una decena de este tipo de actos.
Unas gamberradas que se unen a los continuos destrozos que los vándalos generan en el trasporte público como pintadas o rotura del mobiliario. Unos daños que también sufren los trenes de Cercanías. En febrero dos jóvenes de 19 años fueron detenidos tras arrojar piedras contra un convoy y fracturar seis lunas valoradas en 280 euros cada una.
La Policía también busca a los culpables del incendio de cuatro contenedores y una papelera en los barrios de Espartales y Reyes Católicos hace unos días. Afortunadamente ninguno de los actos provocó daños personales pero sí cuantiosos de índole material. En concreto más de 2.000 euros que es lo que supondrá la reparación de todo el mobiliario urbano que se deterioró por las llamas.

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