jueves, 15 de octubre de 2009

El garbigune se blinda a causa de los últimos robos


Instalan unas cámaras que en breve se conectarán a la comisaría de la Policía
Más obstáculos contra los rateros. Cansados de los repetitivos episodios de pillaje en el garbigune de la Avenida de Los Huetos -el último acabó la noche del pasado lunes con la detención de cinco miembros del conocido clan de los 'Bartolos'-, el Ayuntamiento incrementará aún más la seguridad del punto de reciclaje. Y es que, según ha podido saber este periódico, el nuevo circuito de cámaras de seguridad que circunda el recinto se conectará «en breve» a la comisaría de Aguirrelanda.
Así se pretende disuadir a grupos que, como imputan a los 'Bartolos', acostumbran a desvalijar esta superficie, en la que el Ayuntamiento recoge más de 100.000 aparatos electrónicos al año. Una vez conectado el sistema de vídeovigilancia a la oficina central de la Policía Local, la teórica respuesta a un asalto sería «inmediata» según fuentes de la Guardia urbana consultadas por EL CORREO.
Esta novedad elevará un poco más el listón de seguridad después de que, a principios de septiembre, operarios municipales levantaran un muro alrededor de todo el recinto. Los últimos asaltos han demostrado que esta medida es insuficiente, de ahí que se optara por la instalación de las cámaras y, en un futuro inmediato, su conexión a las oficinas policiales. Además, el garbigune de Los Huetos carece de vigilante jurado.
Las quejas de los trabajadores y los informes de Medio Ambiente respecto a la conflictividad de este punto verde han sido una constante desde su apertura, allá por octubre de 2002. Las protestas desde superficies comerciales cercanas por los hurtos tampoco son novedad. Apuntan a los mismos responsables. «Cuando entran, les seguimos para intentar disuadirles de que roben a manos llenas», explican desde una de ellas.
Continuos incidentes
Esta zona cercana al barrio de Sansomendi se ha convertido en un punto caliente en las últimas fechas. Hace once días, usuarios del garbigune de Los Huetos -que recoge residuos como somieres, muebles, pilas o electromésticos- acusaban al clan de los 'Bartolos' de «quitarles de las manos» los enseres que iban a tirar. El concejal de Seguridad Ciudadana, José Manuel Bully, tuvo que desplazarse incluso a la casa de la familia de etnia gitana para exigir explicaciones. Al día siguiente fue el alcalde, Patxi Lazcoz, quien dijo que estas personas debían abandonar el área de reciclaje «por convencimiento o tras una intervención más intensa, por llamarlo de alguna manera».
La calma duró poco más de una semana. La noche del pasado lunes, la Policía Local recibió una llamada de un operario alertando de un posible intento de robo. Al llegar al lugar, los agentes descubrieron que los cinco presuntos autores de la sustración tenían aparcada una furgoneta junto a la valla del recinto en la que «habían hecho un agujero» para acceder al interior. En el vehículo, las patrullas desplazadas descubrieron «gran cantidad de enseres» cogidos del punto verde. Detuvieron a los cinco miembros del conocido clan. 24 horas después fueron puestos en libertad

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