La apertura al público del frente fluvial de Ranillas y del pabellón puente, en horario de 10 a 22 horas, ha obligado al ayuntamiento a extremar las medidas de vigilancia para evitar actos de vandalismo en la zona, hasta el punto de que será una de las zonas más controladas de la ciudad.
Para conseguirlo se ha intentado blindar este entorno con la colocación de 17 cámaras de videovigilancia, siete en el interior del puente de Zaha Hadid y otras diez en las inmediaciones; un servicio de seguridad privada durante 24 horas prestando especial atención a puntos concretos como la plaza Expo, el Palacio de Congresos o el hotel Hiberus; una mayor presencia de la Policía Local y Nacional, que incrementarán el número de rondas por la noche; y un vehículo especial que recorrerá el parque y el frente fluvial de forma ininterrumpida desde las nueve de la noche a las seis de mañana.
El objetivo es evidente: garantizar un estrecho marcaje a los posibles vándalos. Evitar lo que está sucediendo, muy cerca de allí, con la pasarela del Voluntariado, un claro ejemplo del maltrato dispensado a estos iconos de la ciudad. El puente diseñado por Javier Manterola solo lleva abierto 16 meses y, en ese tiempo, ya han sido arrancadas o rotas catorce mamparas de cristal. El ayuntamiento, que debe correr con los gastos de su reposición lleva gastados 4.900 euros en ellas, ya que cada una vale 350 euros.
Durante los primeros días en los que se puede recorrer esta nueva área de ocio de la ciudad, los propios trabajadores que se han encargado de la reconversión de esta zona de la Expo, unos 30 operarios, también están pendientes de detectar posibles desperfectos que se produzcan.
El esfuerzo económico que supone esta apertura al público es significativo, sobre todo en el caso del puente diseñado por la arquitecta Zaha Hadid, incluso después de las fiestas del Pilar. Según explicó a este diario el consejero de Cultura y Grandes Proyectos, Jerónimo Blasco, "tener abierto el pabellón puente los fines de semana le supondrá al ayuntamiento un coste que ronda los 3.500 euros mensuales". Una factura de la que, hasta el 19 de octubre, se hará cargo la sociedad Expo Zaragoza Empresarial.
AL ACECHO
La pasarela tiene vigilancia durante 24 horas con cámaras y un servicio de seguridad privada. Aunque en la factura también se incluye su limpieza y la iluminación interior, que ya está conectada a la red municipal de alumbrado. Pero no cubre posibles daños. No obstante, el consistorio asumirá, al menos de momento, el riesgo de tener que defender la obra de Zaha Hadid ante posibles actos vandálicos para permitir el paso a los ciudadanos.
No obstante, los precedentes no son nada halagüeños y hacen pensar que el pabellón puente puede someterse al acecho de los vándalos. Las primeras muestras ya se han producido y evidencian que el exterior puede ser el punto débil del dispositivo de seguridad. En la margen derecha ya se han registrado pintadas en zonas muy próximas al puente y en los tres grandes cubos que formaban parte de su exposición para la Expo ya han sido arrancadas numerosas letras metálicas colocadas en sus fachadas exteriores.
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