Fuentes conocedoras de la investigación destacaron ayer la gran preparación y la organización paramilitar de la banda de ladrones desarticulada. La nota informativa remitida por la Policía Nacional precisa que sus integrantes actuaban en «baterías» compuestas por tres o cuatro individuos. Cada una contaba con una serie de tareas predeterminadas.
El grupo vigilaba el establecimiento objetivo antes del asalto. El fin era recopilar información relativa a las medidas de seguridad que protegían el local: cámaras, alarmas, rejas, vigilantes... También, planificaban las vías del escape que permitirían a los ladrones alejarse rápidamente y sin contratiempos del lugar.
Actuaban por la noche. Los ladrones se desplazaban en vehículos de gran cilindrada. El primer paso consistía en la inutilización de todas las medidas de seguridad. Para ello, contaban con gran cantidad de herramientas y útiles. Han sido confiscados. Unos componentes de la banda accedían al interior del local. Otros cubrían a los primeros: establecían un cordón de seguridad en torno al establecimiento.
Su misión consistía en controlar la zona durante y después de la intervención. Llegado el momento del repliegue, estos continuaban con la labor de cobertura: circulaban en un vehículo que servía de lanzadera con el fin de detectar posibles controles policiales hasta que los primeros llegaban a terreno seguro.
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