El 'Elai Alai', atacado a 200 millas del archipiélago, cuenta con al menos cuatro gallegos entre su tripulación. Dos esquifes persiguieron al pesquero durante más de una hora
secuestro de un atunero vasco. Ayer le tocó el turno a los tres vigilantes de seguridad del pesquero Elai Alai, en el que faenan al menos cuatro gallegos naturales del municipio pontevedrés de Baiona de una tripulación de 30 marineros.
El incidente se produjo por la mañana, alrededor de las 11.00 horas -hora española-, cuando a unas 200 millas al oeste de la isla de Mahé, la mayor del archipiélago de las Seychelles, el personal de seguridad del buque detectó que dos esquifes con piratas perseguían al atunero vasco. En ese momento se activó el protocolo de emergencia por el que los marineros bajaron a la sala de máquinas -la zona más segura del buque- mientras que el patrón y el armador se quedaron en el puente de mando para coordinar con los vigilantes de seguridad las maniobras de evasión.
Los asaltantes se acercaron a gran velocidad al barco por lo que los tres guardias se vieron obligados a efectuar una primera ráfaga de disparos de advertencia cuando los esquifes se encontraban a unos 1.500 metros de distancia. Como los piratas no desistían y seguían acercándose, los vigilantes abrieron fuego nuevamente cuando se encontraban a unos 1.000 metros, lo que hizo desistir definitivamente a los asaltantes. "Cuando han visto que las balas les han pasado relativamente cerca se han parado, se han dado la vuelta y se han marchado", relató el patrón del Elai Alai a la Cadena Ser. Entonces, el atunero vasco se alejó de la zona tras una hora de persecución de los piratas.
El pesquero, propiedad de la armadora Echebastar Fleet de Bermeo -dueña también del Alakrana, que sufrió un secuestro de 47 días el año pasado-, partió el sábado por la mañana de Port Victoria (Seychelles) con una tripulación de unos 30 hombres para iniciar una nueva campaña de pesca.
Esta es la segunda persecución en dos semanas a un pesquero vasco en aguas del Índico abortada gracias a los disparos de la seguridad privada embarcada en los atuneros. El pasado día 17 de octubre fueron los guardias de seguridad del buque auxiliar Ortube Berria los que repelieron a tiros el ataque de un esquife pirata, que incluso abrió fuego contra la embarcación española. En esa ocasión, la tripulación avistó una nave nodriza que navegaba hacia su posición y del que partió una lancha con varios somalíes para proceder al abordaje. La intervención de los agentes, que también tuvieron que realizar dos ráfagas de disparos, evitó el secuestro.
La condiciones climatológicas y marítimas favorables en el Índico en esta época del año, tras el fin de los monzones, favorecen la aparición de las lanchas piratas en alta mar. Las últimas tentativas a pesqueros españoles sucedieron el 25 de mayo con el Campolibre Alai, también de la compañía Echebastar, como objetivo. El 16 de marzo, el Txori Toki registró otro intento de asalto y dos días antes, lo hizo el Txori Argi. Todos ellos llevaban a bordo algún tripulante gallego.
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