miércoles, 10 de noviembre de 2010

Literas o esterillas para sobrevivir al invierno

El Ayuntamiento abrirá el albergue de Bilbao el día 25 y repartirá kits para arropar a quienes duerman en la calle 
Siempre hay gente a la entrada de Mazarredo 22, la sede del Servicio Municipal de Urgencias Sociales (SMUS) de Bilbao. Cada día se ven caras nuevas y se oyen distintos idiomas, aunque por lo general hablan poco. Es la dirección de referencia para solicitar alojamiento, vales de ropa o tarjetas para el comedor social, y acoge un albergue nocturno que funciona todo el año. Cuando bajan las temperaturas se convierte, además, en un refugio para dormir bajo techo. Las literas ya están preparadas y el dispositivo invernal abrirá sus puertas desde el próximo día 25 hasta mediados de abril. Este año la atención a las personas sin hogar se reforzará con un kit para hacer algo menos frías las noches en la calle.
Una mochila con una esterilla aislante, un par de calcetines, una braga para proteger el cuello y la cabeza y un saco de dormir. Es la iniciativa que ha puesto en práctica Cruz Roja para quienes no quieren o no pueden acceder a un centro de acogida. Los educadores sociales, que conocen bien el mapa de los 'sin techo', les entregarán un ticket para que recojan el equipo en la sede de la entidad asistencial, que es quien corre con los gastos.
Es la solución más inmediata para mitigar el frío, pero el albergue invernal tiene otras aspiraciones, según destacó el concejal de Acción Social, Ricardo Barkala. Pretende servir de puente para que la gente sin hogar se acerque a los servicios asistenciales y dé pasos en su proceso de integración. Para reforzar esa vocación se da prioridad a quienes habitualmente viven en las calles de Bilbao. Deben figurar en las bases de datos del equipo de trabajadores sociales, que en un recuento «exhaustivo» el pasado mes de junio contabilizó a 205 personas que pasaban la noche al raso o en pabellones y edificios abandonados.
El albergue invernal dispone de 50 literas y está preparado para habilitar otras tantas plazas si llega una ola de frío. Las plazas se adjudican los miércoles por semanas y cada noche se reservan cinco para casos de emergencia. El año pasado lo utilizaron 273 hombres y 21 mujeres. El 70% de los usuarios son extranjeros, sobre todo magrebíes, y predominan los jóvenes. De todos ellos, 116 personas -el 40% del total- accedieron a alojamientos más estables al acabar el invierno.
883 plazas en la ciudad
Este año la apertura del albergue se adelantará a las ocho de la tarde para acortar la espera de los usuarios y evitar molestias a los vecinos. «En estos centros siempre hay problemas, aunque no tantos como cabría esperar», afirma el director de Acción Social, Juan Félix Madariaga. El servicio lo atienden cuatro educadores sociales, dos vigilantes de seguridad, el personal de limpieza y los educadores de calle. Además de este refugio, Bilbao dispone de cinco centros de acogida nocturnos: el otro albergue de Mazarredo (32 plazas), el de Elejabarri (100), Lagun Artean (30), Hontza (15) y Federico Ozanam (12).
La red de alojamientos para personas sin hogar se completa con viviendas tuteladas y otros centros de asociaciones y entidades privadas con «cofinanciación pública». En total hay 883 plazas, el único municipio vizcaíno que asume este compromiso. «No nos parece justo, nos gustaría que el resto de los ayuntamientos con más de 20.000 habitantes cumplieran con su obligación legal», destacó Barkala. Una reivindicación desatendida que se recuerda todos los inviernos, al igual que nunca se sabe cuándo será el último del albergue en Mazarredo. El ¡ edificio, que desentona en el entorno más aún desde la apertura del bulevar, pertenece a Bibao Ría 2000 y está en venta, aunque la crisis le ha afectado también a él.

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