Tras la brutal agresión recibida el pasado mes de junio, la hermandad encargó la fabricación de una nueva mampara de seguridad más resistente.
Miguel Ángel Rodríguez. El Señor del Gran Poder cuenta desde el pasado martes con la nueva mampara de seguridad con la que la hermandad protege desde ahora a la talla de Juan de Mesa. Han pasado seis meses desde la brutal agresión por parte de Luis Carbajo, un funcionario de prisiones de 37 años que subió al camarín e intentó derribar la imagen. No pudo conseguirlo pero sí le arrancó de cuajo el brazo derecho.
La nueva mampara de seguridad ha sido sufragada por la Fundación Juan Moya y tiene un coste de unos 5.000 euros. Consta de cristales blindados de doble grosor que absorben además la luz para que no se produzcan reflejos.
La mampara está conformada por tres piezas: la central, que contiene el hueco para que pueda besarse el talón y lasdos laterales, que arrancan desde el suelo y, como la central, llegan hasta la altura de los hombros del Señor.
Enrique Esquivias, Hermano Mayor de la corporación de Madrugada, dejó claro que la intención de la Junta de Gobierno es la de suprimir el vigilante jurado, ya que con la mampara y las cámaras de vigilancia dispuestas por toda la basílica, el Señor queda protegido.
Tras la restauración por parte de Luis Álvarez Duarte, la hermandad optó por suspender la visita diaria de los fieles a la parte trasera del camarín, donde se puede besar el talón del Señor. Ésta quedó sólo los viernes, estando además la zona vigilada por un guardia de seguridad.
A partir de ahora los sevillanos podrán disfrutar del besapiés del Señor como siempre lo han hecho.
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