Un vigilante de seguridad se encuentra hospitalizado en Alicante como consecuencia de las quemaduras que sufrió en la cara y las manos durante la noche del pasado jueves en la fábrica de la Jijonenca, en Jijona, según informaron ayer fuentes de la Guardia Civil.
Las llamas se declararon sobre las once menos cuarto de forma fortuita -todo apunta a un cortocircuito- en una de las oficinas de la empresa. El vigilante estaba realizando la ronda nocturna y activó el interruptor del cuadro de luces de una de las dependencias. En ese momento, se produjo un fogonazo que le alcanzó en la cara y las manos.
Fue la propia víctima quien dio la voz de alarma a un empleado de la factoría, ya que las llamas comenzaron a propagarse por la oficina.
A la sede de La Jijonenca se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local y una dotación del Consorcio Provincial de Bomberos desde su sede de San Vicente del Raspeig.
Según fuentes de este servicio de emergencias, los bomberos utilizaron en un primer momento los extintores de la empresa pero acabaron sofocando el fuego con agua de un vehículo autobomba.
Posteriormente, extrajeron el humo resultante y regresaron al parque sobre la una de la madrugada. En el lugar se quedaron los propietarios de la fábrica junto con empleados y guardias civiles. Previamente, el vigilante que resultó herido había sido evacuado al centro de salud de la localidad, pero el médico de guardia ordenó su traslado más tarde a la Unidad de Quemados del Hospital General de Alicante, donde seguía ayer ingresado.
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