jueves, 1 de octubre de 2009

Fomento se propone acabar con el vía crucis del control aeroportuario


Los detectores de metal en zapatos, presentes ya en El Prat, se colocarán en todos los aeropuertos

• El Gobierno mejorará la deficiente formación de los vigilantes de las instalaciones aéreas españolas
Quedó claro ayer en el Congreso que los controles aeroportuarios, ese vía crucis en el que los pasajeros son frecuentemente maltratados y han de quedarse o no descalzos en base a criterios poco definidos, requieren una profunda mejora. Era la primera vez que las medidas de seguridad se discutían en un pleno parlamentario, y el ministro de Fomento, tras una interpelación de CiU, dijo que «en esta cuestión» había «muchas cosas por hacer, muchas cosas que mejorar». Trazado el diagnóstico, José Blanco pasó a detallar varias iniciativas destinadas a «agilizar los controles». Consisten en formar de manera más adecuada a los vigilantes, dar más información a los pasajeros, invertir más en tecnología y en un futuro cambio en la normativa comunitaria por el que abogará el Gobierno en el 2010, durante la presidencia de la UE.
El anuncio supone una nueva muestra de la sensibilidad de la que empiezan a hacer gala los poderes públicos frente a las numerosas protestas de los viajeros. Una de las quejas principales tiene que ver con el trato que reciben por parte de quienes vigilan los controles, tarea encomendada la mayoría de las veces a guardias de seguridad privada. Habrá cambios. Blanco dijo que se trabaja para que el personal tenga una mejor formación y que AENA, el organismo encargado de adjudicar estos servicios, ha «aumentado los requisitos». Fuentes de AENA explicaron que ahora se hace más hincapié en el «trato» que han de dar los vigilantes a los sufridos usuarios.

CON LOS ZAPATOS PUESTOS / Las otras medidas anunciadas por el ministro son de orden tecnológico, informativo y político. Por un lado, los detectores de metales en el calzado, que ya están presentes en los aeropuertos de Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca y permiten que los viajeros no tengan que quedarse descalzos, se colocarán «de forma progresiva» en el resto de las instalaciones españolas. Por otro, para dar más información a los usuarios, AENA está redactando un folleto con las medidas de seguridad. Hay que tener en cuenta que el reglamento comunitario de seguridad aérea fue secreto hasta agosto del 2008, cuando la Comisión Europea se vio obligada a publicarlo para evitar que el Tribunal Europeo lo anulase.
Por último, Blanco se comprometió a abrir una reflexión durante la presidencia española de la UE, que comienza el próximo 1 de enero y dura seis meses, para que la legislación se adapte a «las realidades». «Es previsible que en el 2010 comience a aplicarse una normativa que clarifique la seguridad y los derechos de los pasajeros», dijo.

ARBITRARIEDADES / Poco antes, Mercè Pigem, diputada de CiU, había dibujado un panorama de los controles repleto de «arbitrariedades, falta de respeto y hasta despotismo», un escenario en el que los usuarios son rutinariamente ofendidos, se les obliga a descalzarse unas veces y otras no, y, en el caso de las mujeres, ven cómo atentan contra su «decoro» cuando tienen que quitarse la chaqueta y se quedan en tirantes. «Todos sabemos lo estricta que es la normativa actual», reconoció Blanco.

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