Una gran plataforma inmobiliaria tratará de colocar por primera vez las viviendas en stock de la costa andaluza –unas 15.000– a extranjeros en sus países de origen. El objetivo es doble: dar salida a pisos de lujo atascados por la crisis y avivar el turismo del litoral. Extenda ayudará a captar compradores.
El mayor obstáculo para que el sector del ladrillo resucite –y, de paso, la economía– es la enorme cantidad de viviendas que no se venden por la crisis. Mientras no se coloquen estos pisos, las promotoras no harán nuevos, entre otras cosas, porque los bancos no les prestan dinero. En Andalucía, según datos del Ministerio de Vivienda, existen 104.861 casas terminadas y sin vender. Un 70% de ellas se ubica en la costa, pero este porcentaje engloba la primera y segunda residencia.
La Junta ha puesto en marcha medidas para dar salida al stock de pisos pero sólo a los que vayan destinados a primera residencia. Pero, ¿qué ocurre con las viviendas de lujo colgadas, por ejemplo, en la Costa del Sol? Se intentará que todas ellas –unas 15.000, según el Instituto de Práctica Empresarial– las adquieran extranjeros con alto nivel económico. Para lograrlo, el IPE ha creado una gran inmobiliaria (Spanish Homes Network), que comercializará las casas del litoral, sobre todo, en los países de origen.
Los mercados que pintan mejor son el de Europa del Este, Noruega, Finlandia, Rusia y América Latina. Hasta ahora, Alemania y Reino Unido han sido los principales compradores pero están de capa caída. El objetivo es ofrecer, mediante acciones de promoción, las viviendas de playa como un producto turístico, es decir, vincularlas a “valores paisajísticos, deporte o gastronomía”, explica el director de la cátedra de Desarrollo Inmobiliario de IPE, José Antonio Pérez. Para captar posibles compradores y potenciales turistas, la plataforma contará con la ayuda de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda) y del Instituto de Comercio Exterior (ICEX).
La red de oficinas de ambas instituciones organizarán conferencias, reuniones, presentaciones y hasta show rooms fuera de España
para ofertar las casas. El primer paso se dio ayer en Sevilla, en un encuentro con 30 inmobiliarias para tratar de implicarlas en el proyecto Spanish Homes Network.
Para acogerse a esta iniciativa, sólo se piden tres requisitos: que los pisos pertenezcan a promotoras y no a particulares, que estén terminados y que se vayan a comercializar en el extranjero. No hay límites de tamaño ni de precio. El empresario que quiera puede colocar sus viviendas en la gran inmobiliaria, que se encargará de evaluarlas y de crear una ficha con 30 indicadores de calidad y potencialidad. “Se mide, por ejemplo, su distancia del mar, si tiene seguridad privada, cercanía a un campo de golf, etcétera, para que el producto se defienda luego por sí mismo”, detalla Juan Manuel Luque, director general de Spanish Homes Network. Los pisos contarán con una firma jurídica internacional para dar mayor confianza a los compradores.
El Instituto de Práctica Empresarial quiere tener listo en tres meses el censo real de las viviendas de lujo en la costa. En noviembre ha fijado las primeras promociones en el extranjero para que en 2010 se empiece a canalizar este producto.
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